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La práctica social de la lectura es un elemento determinante para el desarrollo intelectual del futuro egresado de Educación Media. Se presentan a continuación los contenidos de manera agradable y efectiva con el fin de: desarrollar el apego a la literatura a través de la lectura y el uso del ensayo como forma escritural indispensable para la consolidación del conocimiento adquirido. Desarrollar el valor por los textos literarios y sus modalidades estéticas y discursivas. Propiciar el uso de la búsqueda electrónica para facilitar los criterios de pertinencia en la selección de textos literarios. Favorecer el análisis de textos literarios a través de la lectura crítica. Desarrollar aptitudes creativas e intelectuales a través de la construcción de textos escritos y el uso de herramientas electrónicas de consolidación de aprendizajes lingüísticos.

 
En esta sección encontrarás las producciones escritas que marcaron los albores de la narrativa universal. Los poemas épicos repletos de héroes y hazañas y los cantares de gesta que acompañaron a los caballeros de las primeras novelas españolas.

Poema Épico

La narrativa representa una modalidad de texto escrito en que el autor plantea un relato que puede ser descrito con diferentes matices derivados de los diferentes géneros literarios. En el caso de los poemas épicos la narrativa representa un género poético con un tono y estilo pomposo presentado con majestuosidad.

Análisis Contextual
Las musas eran nueve diosas hijas del dios Zeus y Mnemosine, la diosa de la memoria. Las musas presidían las Artes y las Ciencias y se creía que inspiraban a los artistas, especialmente a poetas, filósofos y músicos. Calíope era la musa de la Poesía épica, Clío la de la Historia, Euterpe de la Poesía lírica, Melpómene de la Tragedia, Terpsícore de la Música y la Danza, Erato de la Poesía amorosa, Polimnia de la Poesía sagrada, Urania de la Astronomía y Talía de la Comedia.
 


Primavera de Boticelli


Hermes con Dionisio

Se decía que eran las compañeras de las Gracias y de Apolo, el dios de la música. 
Ellas se sentaban junto al trono de Zeus rey de los dioses, y cantaban su grandeza, el origen del mundo y sus habitantes, así como las gloriosas hazañas de los héroes. Se las veneraba en toda la antigua Grecia, especialmente en el Helicón, Beocia, y en Pieria, Macedonia.

Los primitivos habitantes de Grecia, los pueblos de las civilizaciones egea y micénica , tenían una literatura oral compuesta en su mayor parte por canciones referentes a las guerras, las cosechas y los ritos funerarios. Los helenos se apropiaron de estas canciones en el segundo milenio a.C. y aunque no se conoce la existencia de fragmentos, el arte posterior de los aedos (cantores de baladas) que celebraron las acciones de los héroes se desarrolló a partir de ellos.

 


Tebas 

 

A su vez, las baladas folclóricas fueron la base de la poesía épica griega. En la narrativa épica se presentan con frecuencia los fenómenos sobrenaturales que configuran la acción, y son muy comunes las descripciones de batallas y combates físicos. La métrica utilizada en la versificación es el hexámetro dactílico utilizado en varios poemas épicos posteriores, algunos de cuyos fragmentos se conservan.

 


Biografía
Homero, nombre tradicionalmente asignado al famoso autor de la Iliada y la Odisea, las dos grandes epopeyas de la antigüedad griega. Nada se sabe de su persona, y de hecho algunos ponen en duda que sean de él estas dos obras. Sin embargo, los datos lingüísticos e históricos de que se dispone, permiten suponer que los poemas fueron escritos en los asentamientos griegos de la costa oeste de Asia Menor, hacia el siglo IX a.C.


Homero

Es importante entender que los poemas épicos no son historias más o menos divertidas de héroes reales o legendarios; son mucho más que eso: expresan el carácter o los ideales de todo un pueblo en un momento de su historia. Las más representativas obras del género son la Iliada y la Odisea. 
 

Las características que definen al héroe de un poema épico son más nacionales que individuales y la manifestación de estos rasgos en sus hazañas heroicas se propone satisfacer el orgullo nacional. En otros momentos la épica puede sintetizar los ideales de un gran movimiento religioso o cultural. Toda la acción debe girar en torno a un acontecimiento principal. Tal es el caso de obras como la Divina comedia de Dante, que refleja la fe de la Cristiandad durante la edad media.


Hay un importante número de parlamentos con un lenguaje muy elaborado. Con mucha menor frecuencia se presentan situaciones cotidianas. Por ello es necesaria la inspiración y planificación del argumento, que los escritores atribuían a la presencia de estas mágicas criaturas capaces de orientar los argumentos y tramas de las obras. La narrativa épica relata sucesos legendarios o históricos de importancia nacional o universal. Casi siempre se centra en un individuo: el héroe; las acciones y descripciones del héroe le dan unidad a la narración. Tabla de dioses griegos.

 
Los héroes de la poesía épica han sido motivo de inspiración y se han tornado en referencia de las acciones de los hombres en su quehacer cotidiano. Las acciones de Aquiles, Odiseo, Agamenón, París, Héctor, Ayax entre otros héroes de la épica evocan actitudes de valentía, audacia y decisión que encanta y atrapa a niños, jóvenes y adultos a través de sus hazañas dignas de evocar y repetir así sea en el ámbito de la fantasía.

 


Cualquier poema épico es un viaje en el que el personaje se desplaza hacia un lugar previsto o no previsto. El héroe ve desfilar muchos personajes por un sinfín de ambientes. La Ilíada es un viaje que sólo descubrimos a la llegada del héroe después de cumplir su periplo. La Ilíada se inicia en la ciudad de Micenas donde reinaba Meneláo, esposo de Helena que es una bella mujer que fue raptada por Paris. El tránsito de la historia va desde la ciudad de Troya donde se encuentran las naves aqueas bordeando la llanura. Hay intervención de dioses, semidioses, ninfas, sacerdotisas, y mitos que agilizan las acciones del héroe. En las epopeyas el narrador lo sabe todo de antemano. Autor y narrador son uno solo. Es lo que se llama un narrador omnisciente. Conoce el paisaje, los personajes, sus acciones, sus caracteres, reacciones, costumbres y maneras de hacer la guerra.
 

Cantares de gesta y novelas de caballería

Personalidad de Don Quijote

Muchos episodios del Quijote ejemplifican otros tantos casos de amor. Representa una concepción del amor caballeresco sustentada en la tradición del amor cortés. Por eso, antes de cada aventura, don Quijote invoca siempre a su amada Dulcinea y pide su amparo, porque ella es su señora y por ella se fortalecen las virtudes del caballero. En este sentido, Dulcinea del Toboso es uno de los ideales más sublimes de cuantos ha creado la mente humana. Don Quijote es un caballero andante para defender la justicia en el mundo y desde el principio aspira a ser personaje literario.


Hace el bien y vive la vida como una obra de arte. Se propone acometer "todo aquello que pueda hacer perfecto y famoso a un andante caballero". Imita al Amadís de Gaula, a quien don Quijote emula en la penitencia de Sierra Morena. En la segunda parte don Quijote ya es personaje literario —protagonista de la primera—, en la tercera busca sobre todo el reconocimiento. Y lo encuentra en quienes han leído la primera parte: Sansón Carrasco, los duques.... Ni siquiera cuando es vencido por el Caballero de la Blanca Luna y tiene que abandonar la caballería andante renuncia a su concepción de la vida como obra de arte: piensa en hacerse pastor.

La locura del protagonista es un permanente juego. Don Quijote finge estar loco y decide jugar a caballero andante. Para ello acude a los libros de caballerías, transforma la realidad y la acomoda a su ficción caballeresca: imagina castillos donde hay ventas, ve gigantes en molinos de viento.., y cuando se produce el descalabro también lo explica según el código caballeresco: los malos encantadores le han escamoteado la realidad, envidiosos de su gloria. El relato empieza: “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un hidalgo". Con estas palabras Cervantes destaca que los hechos que va a contar no ocurrieron en tierras lejanas, como las historias de la caballería andante, sino muy cerca, en La Mancha, ni tampoco en tiempos remotos, sino ayer mismo. Se han dado muchas explicaciones a este comienzo de la novela: un octosílabo de un romance anónimo, negativa a decir el nombre del pueblo natal de don Quijote por deseo de incluir a toda La Mancha, comienzo característico de los cuentos populares, rechazo del autor al pueblo donde supuestamente estuvo preso y comenzó la novela. Cervantes no especifica la cuna, ni la genealogía, ni el nombre exacto de don Quijote para que pueda caminar libre de todo determinismo, creando su propia realidad. Por eso a partir del Quijote la vida del personaje literario será más libre. Porque, como señala Carlos Fuentes, Cervantes ha puesto a dialogar a Amadís de Gaula con Lazarillo de Tormes y en el proceso ha disuelto para siempre la interpretación unívoca del mundo.


Capítulo 1 de Don Quijote de la Mancha
Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha

 

 


En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino.

Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que destecaso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
 

Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura, para comprar libros de caballerías en que leer; y así llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva: porque la claridad de su prosa, y aquellas intrincadas razones suyas, le parecían de perlas; y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafío, donde en muchas partes hallaba escrito: la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura, y también cuando leía: los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas se fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.
 


Con estas y semejantes razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas, y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara, ni las entendiera el mismo Aristóteles, si resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianis daba y recibía, porque se imaginaba que por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales; pero con todo alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma, y darle fin al pie de la letra como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran.


Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar (que era hombre docto graduado en Sigüenza), sobre cuál había sido mejor caballero, Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula; maeseNicolás, barbero del mismo pueblo, decía que ninguno llegaba al caballero del Febo, y que si alguno se le podía comparar, era don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, porque tenía muy acomodada condición para todo; que no era caballero melindroso, ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía no le iba en zaga.

En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele mismo de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.

Decía él, que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero; pero que no tenía que ver con el caballero de la ardiente espada, que de sólo un revés había partido por medio dos fieros y descomunales gigantes. Mejor estaba con Bernardo del Carpio, porque en Roncesvalle había muerto a Roldán el encantado, valiéndose de la industria de Hércules, cuando ahogó a Anteo, el hijo de la Tierra, entre los brazos. Decía mucho bien del gigante Morgante, porque con ser de aquella generación gigantesca, que todos son soberbios y descomedidos, él solo era afable y bien criado; pero sobre todos estaba bien con Reinaldos de Montalbán, y más cuando le veía salir de su castillo y robar cuantos topaba, y cuando en Allende robó aquel ídolo de Mahoma, que era todo de oro, según dice su historia. Diera él, por dar una mano de coces al traidor de Galalón, al ama que tenía y aun a su sobrina de añadidura. (Narrativa Épica)


En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que él había leído, que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros, donde acabándolos, cobrase eterno nombre y fama.

Imaginábase el pobre ya coronado por el valor de su brazo por lo menos del imperio de Trapisonda: y así con estos tan agradables pensamientos, llevado del estraño gusto que en ellos sentía, se dió priesaa poner en efecto lo que deseaba. Y lo primero que hizo, fue limpiar unas armas, que habían sido de sus bisabuelos, que, tomadas de orín y llenas de moho, luengos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón. Limpiólas y aderezólas lo mejor que pudo; pero vió que tenían una gran falta, y era que no tenía celada de encaje, sino morrión simple; mas a esto suplió su industria, porque de cartones hizo un modo de media celada, que encajada con el morrión, hacía una apariencia de celada entera.

Es verdad que para probar si era fuerte, y podía estar al riesgo de una cuchillada, sacó su espada, y le dió dos golpes, y con el primero y en un punto deshizo lo que había hecho en una semana: y no dejó de parecerle mal la facilidad con que la había hecho pedazos, y por asegurarse de este peligro, lo tornó a hacer de nuevo, poniéndole unas barras de hierro por de dentro de tal manera, que él quedó satisfecho de su fortaleza; y, sin querer hacer nueva experiencia de ella, la diputó y tuvo por celada finísima de encaje. 

Fue luego a ver a su rocín, y aunque tenía más cuartos que un real, y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis, et ossa fuit , le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro, ni Babieca el del Cid con él se igualaban. Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le podría: porque, según se decía él a sí mismo, no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido; y así procuraba acomodársele, de manera que declarase quien había sido, antes que fuese de caballero andante, y lo que era entones: pues estaba muy puesto en razón, que mudando su señor estado, mudase él también el nombre; y le cobrase famoso y de estruendo, como convenía a la nueva orden y al nuevo ejercicio que ya profesaba: y así después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar ROCINANTE, nombre a su parecer alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.

Puesto nombre y tan a su gusto a su caballo, quiso ponérsele a sí mismo, y en este pensamiento, duró otros ocho días, y al cabo se vino a llamar DON QUIJOTE, de donde como queda dicho, tomaron ocasión los autores de esta tan verdadera historia, que sin duda se debía llamar Quijada, y no Quesada como otros quisieron decir. Pero acordándose que el valeroso Amadís, no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por hacerla famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya, y llamarse DON QUIJOTE DE LA MANCHA, con que a su parecer declaraba muy al vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della.


Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín, y confirmándose a sí mismo, se dió a entender que no le faltaba otra cosa, sino buscar una dama de quien enamorarse, porque el caballero andante sin amores, era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma. Decíase él: si yo por malos de mis pecados, por por mi buena suerte, me encuentro por ahí con algún gigante, como de ordinario les acontece a los caballeros andantes, y le derribo de un encuentro, o le parto por mitad del cuerpo, o finalmente, le venzo y le rindo, ¿no será bien tener a quién enviarle presentado, y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde y rendida: yo señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindrania, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero D. Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante la vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante?

¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero, cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quién dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque según se entiende, ella jamás lo supo ni se dió cata de ello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla DULCINEA DEL TOBOSO, porque era natural del Toboso, nombre a su parecer músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.


 
Esta sección nos introducirá al conocimiento de nuestra cultura hispanoamericana con los relatos ancestrales de nuestros antepasados indígenas, los cuentos fantásticos de Quiroga y nuestras novelas que representan movimientos únicos como el criollismo y el realismo mágico.

Literatura precolombina: El Popol Vuh

El “Popol Vuh” es el libro sagrado de los indios quichés que habitaban en la zona de Guatemala, también conocido como: Las antiguas historias del Quiché.
Se explicaba en él el origen del mundo y de los indios mayas. También se relataba la historia de todos los soberanos de los Mayas. Es un libro mágico que recoge las tradiciones más importantes de nuestras etnias indígenas centroamericanas.


Popol es una palabra Maya que significa reunión, comunidad, casa común, junta y Vuh significa: libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía el papel.
Es así que Popol Vuh representa el libro de la comunidad para los Mayas.

 


Análisis Contextual

Popol Vuh , texto maya del siglo XVI (Quiché, Guatemala) vertido al español por el fraile dominicano Francisco Jiménez (comienzos siglo XVIII); Carl Scherzer lo tradujo al alemán (Viena, 1857). Hoy se conoce por la traducción al francés (París, 1861) del abate Brasseur de Bourbourg, quien lo llevó a Europa como parte de su colección americana; ahora se encuentra en la Biblioteca Newberry de Chicago.


El erudito Adrián Recinos comparó y corrigió las versiones para elaborar una nueva traducción (1946), fruto de una ardua investigación y profundo conocimiento de la lengua original. Recinos explica: "El documento… contiene las ideas cosmogónicas y las tradiciones de este pueblo, la historia de sus orígenes y la cronología de sus reyes, hasta el año 1550".

El libro es esencialmente una descripción del conjunto de tradiciones de quienes habitaban la región guatemalteca; también en él aparecen agregadas algunas ideas cristianas, es muy probable que el autor conociera misioneros católicos que influenciaron el relato, o que él mismo estuviera expuesto a sus ideas las mezclara en lo que se llama “ sincretismo”.
No se conoce el nombre del autor  pero por datos tomados del contenido de la obra, se supone que fue escrito en 1544.

Originalmente fue escrito en piel de venado por su autor, luego fue transcripto al latín por Fray Alonso del Portillo de Noreña en el año 1542.  La versión española fue realizada sobre este último texto en el siglo XVIII (1701) por el fraile dominico  Francisco Ximénez que se había establecido en Santo Tomás Chichicastenango. Y "Popol Vuh" lo llamó un estudioso de temas americanistas, que en el siglo XIX lo tradujo al francés, Charles Etienne Brasseur de Bourbourg. hay allí una conjunción de religión, mitología, historia, costumbres y leyenda.

El Popol Vuh es el libro sagrado de los Mayas. Tiene una estructura fundamental dividida en tres partes:
La primera es una descripción de la creación del mundo y del origen del hombre, que después de varios fracasos fue hecho de maíz, el alimento que constituía la base de su alimentación.


La segunda parte trata de las aventuras de los jóvenes semidioses Hunahpú e Ixbalanqué   que termina con el castigo de los malvados, y de sus padres sacrificados por los genios del mal en su reino sombrío de Xibalbay.

 

La tercera parte es una historia detallada referida al origen de los pueblos indígenas de Guatemala, sus emigraciones, su distribución en el territorio, sus guerras y el predominio de la raza quiché sobre las otras hasta poco antes de la conquista española. Describe también la historia de los Reyes y la historia de conquistas de otros pueblos.


En sus inicios el texto narra lo siguiente: 
Este es el principio de la antiguas historias de este lugar llamado Quiché. Aquí escribiremos y comenzaremos las antiguas historias, el principio y origen de todo lo que se hizo en la ciudad de Quiché, por las tribus de la nación quiché.

Y aquí traeremos la manifestación, la publicación y la narración de lo que estaba oculto, la revelación por Tzacol, Bitol, Alom, Qaholom , que se llaman Hunahpú-Vuch, Hunahpú-Utiú, Zaqui-Nimá-Tziís, Tepeu, Gucumatz, u Qux Cho, u Qux Paló, Ah Raxá Lac, Ah Raxá Tzel, así llamados. Y [al mismo tiempo] la declaración, la narración conjuntas de la Abuela y el Abuelo cuyos nombres son Ixpiyacoc e Ixmucané, amparadores y protectores, dos veces abuela, dos veces abuelo, así llamados en las historias quichés, cuando contaban todo lo que hicieron en el principio de la vida, el principio de la historia.

Esto lo escribiremos ya dentro de la ley de Dios, en el Cristianismo, lo sacaremos a luz, porque ya no se ve el Popo Vuh , así llamado, donde se veía claramente la venida del otro lado del mar, la narración de nuestra oscuridad, y se veía claramente la vida.


Existía el libro original, escrito antiguamente, pero su vista está oculta al investigador y al pensador. Grande era la descripción y el relato de cómo se acabó de formar todo el cielo y la tierra, cómo fue formado y repartido en cuatro partes, cómo fue señalado y el cielo fue medido y se trajo la cuerda de medir y fue extendida en el cielo y en la tierra, en los cuatro ángulos, en los cuatro rincones, como fue dicho por el Creador y el Formador, la madre y el padre de la vida, de todo lo creado, el que da la respiración y el pensamiento, la que da a luz a los hijos, el que vela por la felicidad de los pueblos, la felicidad del linaje humano, el sabio, el que medita en la bondad de todo lo que existe en el cielo, en la tierra, lagos y mar.


Notas de Adrián Recinos:
Tzacol, Bitol, el Creador y el Formador Alom, la diosa madre, la que concibe los hijos, de al, hijo ,alán, dar a luz. Qaholom, el dios padre que engendra los hijos, de qahol, hijo del padre, qaholaj, engendrar. Madre y padre los llama Ximénezson el Gran Padre y la Gran Madre, así llamados por los indios, según refiere Las Casas, y que estaban en el cielo.

Hunahpú-Vuch, un cazador vulpeja o tacuazín (Opposum), dios del amanecer; vuch es el momento que precede al amanecer. Hunahpú-Vuch, es la divinidad en potencia femenina, según Seler. Hunahpú-Utiú, un cazador coyote, variedad de lobo (Canis latrans), dios de la noche, en potencia masculina.

Zaqui-Nimá-Tziís, Gran pisote blanco (Nasua nasica) o coatí, encanecido por la edad, diosa madre; y su consorte Nim-Ac, Gran cerdo montés, o jabalí, ausente en este lugar por una omisión mecánica, pero invocado en el capítulo siguiente.

Tepeu, el rey o soberano, del náhualt Tepeuh,tepeuani, que Molina traduce por conquistador o vencedor en batalla; ah tepeual entre los mayas, quienes lo tomaron igualmente de los mexicanos.Gucumatzserpiente cubierta de plumas verdes, de gucen maya, kuk, plumas verdes, quetzal por antonomasia, y cumatz, serpiente; es la versión quiché de Kukulkán, el nombre maya deQuetzalcóatl, el rey tolteca, conquistador, civilizador y dios de Yucatán durante el período del Nuevo Imperio Maya.


El fuerte colorido mexicano de la religión de los quichés se refleja en esta pareja creadora que continúa siendo evocada a través del libro hasta que la divinidad toma forma corporal en Tohil, a quien en la Tercera Parte se identifica expresamente con Quetzalcóatl; U Qux Choel corazón o el espíritu de la laguna. U Qux Palóel corazón o el espíritu del mar. Ya se verá que a la divinidad la llamaban también el Corazón del Cielo, u Qux Cah;Ah Raxá Lacel Señor del verde plato, o sea la tierra; Ah Raxá Tzel, el Señor de la jícara verde o del cajete azul, como dice Ximénez, o sea el cielo.


El nombre Hunahpú ha sido objeto de muchas interpretaciones. Literalmente significa un cazador con cerbatana, un tirador; etimológicamente es eso mismo y es vocablo de la lengua maya, ahpú en maya es cazador, y ah ppuh ob, forma de plural, son los monteros que van a la caza, según el Diccionario de Motul. Es evidente, sin embargo, que los quichés debían tener alguna razón más plausible que esta etimología para dar ese nombre a la divinidad. El cazador en los tiempos primitivos era un personaje muy importante; el pueblo vivía de la caza y de los frutos espontáneos de la tierra antes de la invención de la agricultura. Hunahpú sería, en consecuencia, el cazador universal, que proveía al hombre de su sustento; hun tiene también en maya la acepción de general y universal.
 


Pero posiblemente los quichés que descendían directamente de los mayas, quisieron reproducir en el nombre Hunahpú el sonido de la palabra maya Hunab Ku, "el único dios", que servían para designar al dios principal del panteón maya, que no podía representarse materialmente, por ser incorpóreo.

La pintura de un cazador podría haber servido en los tiempos antiguos para representar el fonema Hunab Ku que encerraba una idea abstracta, la de un ser espiritual y divino. El procedimiento es común en la escritura pictográfica precolombina. Hunahpú es también el nombre del vigésimo día del calendario quiché, el día más venerado de los antiguos, equivalente al maya Ahau, señor o jefe, y al náhualt Xóchitl, flor y sol, símbolo del dios sol o Tonatiuh. Ixpiyaco e Ixmucané, el viejo y la vieja (en maya ixnuc es vieja), equivalentes de los dioses mexicanos Cipactonal y Oxomoco, los sabios que según la leyenda tolteca inventaron la astrología judiciaria y compusieron la cuenta de los tiempos, o sea el calendario. 
 


Caracteres Generales de la obra:

Aspecto Religioso:

Cosmogónico:
 Presentación de la creación del universo.

Teogónico:
 Jerarquización de dioses, sistema de divinidades de acuerdo a elementos de la naturaleza.
 


Teológico:
 Detalla la religión maya politeísta sus creencias, ritos, ofrendas, Mitológico: Explicación de hechos naturales mediante mitos.

Aspecto Histórico-social:
Narra la vida de las tribus y sus migraciones, o instituciones, costumbres, formas de vida y luchas.

Aspecto Ético:
Concepción de valores espirituales que cohesionaban al grupo.



A continuación presentamos algunos capítulos de la obra para que disfrutes su lectura.
 

Cuentística de Horacio Quiroga

Por influencia de Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga perfecciona el cuento fantástico en América. Aprende a especular sobre el tema de la crueldad y el terror, crea personajes de psicología enfermiza que actúan en un clima de misterio. 
Los hermanos Grimm observaron muchas semejanzas entre los cuentos europeos y los de otros continentes.
La mayor parte de los eruditos del siglo XIX se centró en detallar estas semejanzas, pero, en general, ignoró el extenso acervo de los folclores africano, oceánico y de los indios americanos, que existían al margen de la tradición indoeuropea, e investigaron sólo en aquellas partes del mundo que creyeron las más importantes. Así, los hermanos Grimm postularon un origen común de los cuentos tradicionales.




Análisis Contextual
En general, los principales tipos de cuentos tradicionales, los mitos (Mitología), las leyendas y los cuentos fantásticos, se intercambian entre sí y se refieren a cualquier tipo de narración ficticia producto de la imaginación que por lo común implica falsedad o inverosimilitud. Sin embargo, para los eruditos del folclore cada uno de estos tres tipos representa una forma característica de cuento tradicional. Otros tipos son los cuentos de animales y fábulas, las patrañas o relatos fantásticos, las anécdotas y chistes, un grupo formado por cuentos de fórmula (como los cuentos de nunca acabar) y fábulas cantadas, cuya narración incluye canciones o rimas. Los seres humanos siempre han sido contadores de cuentos y, allí donde no tenían una Biblia , libros de historia, novelas o relatos, han formado a las generaciones más jóvenes con historias conservadas en su memoria.
 

Biografía
Quiroga, Horacio (1878-1937), escritor uruguayo, nacido en Salto y muerto por suicidio en Buenos Aires. Deportista y aficionado a las ciencias, funda la tertulia de "Los tres mosqueteros" y se inicia en las letras bajo el patrocinio de Leopoldo Lugones. Viaja a París en 1900 y hace una breve experiencia de la bohemia pobre. La mayor parte de su carrera transcurre en Argentina, donde llega a ser muy leído por sus cuentos publicados en revistas y recogidos en libro. Ejerce empleos consulares y la crítica de cine, y pasa largas temporadas en el medio rural de Misiones, en la frontera argentino-paraguayo-brasileña, ambiente del que tomará temas para sus narraciones.


Su carrera se abre en la poesía, dentro del ámbito del modernismo, con Los arrecifes de coral (1901), obra sin mayor consecuencia. Una vida dramática, siempre cercana a la estrechez económica, matrimonios conflictivos, experiencias con el hachís y el cloroformo y el constante cerco del suicidio, alimentan su tarea cuentista, una de las más importantes de América. No le son ajenas las influencias de Rudyard KiplingJoseph Conrad y, sobre todo, el magisterio de Edgar Allan Poe, por las atmósfera de alucinación, crimen, locura y estados delirantes que pueblan sus narraciones.

En 1897 hace sus primeras colaboraciones en medios periodísticos. En 1900 viaja a París.
En 1902 mata accidentalmente, con una pistola, a su amigo Federico Ferrando. Se muda a Buenos Aires, Argentina.
En 1903 trabaja como profesor de castellano y acompaña, como fotógrafo, a Leopoldo Lugones en una expedición a la provincia de Misiones. En 1906 publica su relato Los perseguidosun adelanto de lo que después se conocería como literatura psicológica.
En 1909 se casa con Ana María Cirés y se van a vivir a San Ignacio. En 1911 es nombrado juez de Paz. En 1915 se suicida su mujer. Regresa a Buenos Aires en 1916.
En 1917 publica Cuentos de amor de locura y de muerte y en 1919Cuentos de la selva , libro escrito para sus hijos.
En 1927 se casa con María Bravo. En 1932 se traslada a Misiones. En 1936 su mujer lo deja y vuelve a Buenos Aires.
El 19 de febrero de 1937, aparece muerto por ingestión de cianuro poco después de enterarse que sufre de cáncer gástrico.


La cuentística de Quiroga a veces se remonta a escenas de la vida prehistórica en ella mezcla, con extraña astucia, personajes humanos y animales que hablan, como en las fábulas clásicas, pero estableciendo una sutil frontera entre la vida natural y la civilización. Sus figuras de pioneros, de europeos abandonados en los confines de la selva, de cansados de la vida y de empresarios alocados, crean un mundo de irrepetible de personalidades.

 



Sus temas son: relatos, amor, horror, crueldad, muerte, problemática social y naturaleza. Horacio Quiroga considera en su decálogo del perfecto cuentista los siguientes mandamientos

1. Creer en un maestro (Poe, maupassant) como en Dios mismo.
2. Creer que su arte es una cima inaccesible.
3. Resistir la imitación.
4. Fe ciega en la capacidad par el triunfo.
5. No empezar a escribir sin saber adónde se va.


6. Ser dueño de sus propias palabras.
7. No adjetivar sin necesidad.
8. Llevar a los personajes de la mano hasta el final.
9. No escribir bajo la emoción.
10. No pensar en los amigos ni en la impresión que causará la historia.


En sus comienzos recibe influencia de los modernistas.
De Maupassant recibe la habilidad para crear expectativa en el lector. En algunos relatos como: La gallina degollada.
De Kipling toma la inspiración por los temas de la naturaleza y la selva. Para él es una vivencia intensa. También recibe influencia del ruso Dostoievsky y de Balzac.

El tema del amor es frecuente en relatos como: Historia de amor turbio (1908), Pasado amor (1929).
El tema del horror y la crueldad asociado a la muerte es típico en su cuentística como en: Las sacrificadas (1929), Los desterrados (1926), El crimen de otro (1904), Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917).
La problemática social lo atormenta, el cómo los hombres luchan en permanente drama con la vida. Se ve en Suelo natal (libro de lectura para niños, en colaboración con Leonard Glusberg) y Más allá (1935).
La lucha con la naturaleza y sus dimensiones se viven en obras como: Cuentos de la selva (1918), El salvaje (1920), Anaconda (1921), El desierto (1924).

 

Realismo Mágico

Muchos autores y críticos dicen que la magia existe en la historia y la herencia de latinoamérica y que no tienen que buscar afuera de la cultura para encontrar eventos y cosas fantásticas. El realismo mágico es un vehículo para avanzar entre la historia precolombiana, las raíces indígenas y la diversidad de latinoamerica hoy en día. Parece que una de las funciones principales de realismo mágico en la sociedad latina es crear una identidad nacional.
 
Análisis Contextual
En medio de este proceso la crítica conoce nuevos nombres: Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Miguel Angel Asturias y Juan Rulfo entre otros. En la década de los 60 hacen su aparición escritores como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, y consolidan la literatura latinoamericana en el ámbito cultural mundial. Sus aportes literarios se relacionan con los elementos de originalidad que ofrece el Realismo Mágico.
La aparición del término Realismo Mágico está ubicada entre los años 1920-1930 y se atribuye a la crítica al momento de definir los trabajos de los pintores germanos de la postguerra. La temática y los elementos de las obras de estos artistas, sucesores al Postexpresionismo, se caracterizaban por ser imaginarios, fantásticos e irreales. Paulatinamente, la nueva corriente se extendió a otros países de Europa; Holanda, Italia y Francia, cruzando finalmente el Atlántico y arribando a Estados Unidos.  

Hacia los años 40 el Museo de Arte Moderno de Nueva York ofreció la exposición Realistas americanos y realistas mágicos. En esa misma década es cuando los críticos de literatura recurren al nombre de Realismo Mágico para definir el estilo narrativo de algunos autores.


Biografía 
Asturias, Miguel Ángel (1899-1974), autor, diplomático y premio Nobel guatemalteco, nacido en Ciudad de Guatemala. Estudió Derecho en universidades de su país y Antropología en la Sorbona de París, ciudad en la que recibió la influencia del poeta surrealista francés André Breton. En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946, fue embajador en México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954, se exilió de Guatemala. Posteriormente, fue embajador en Francia, entre 1966 y 1970. Sus poemas y novelas, de contenido fuertemente antiimperialista, le valieron el Premio Lenin de la Paz en 1966 y el Premio Nobel de Literatura en 1967. La muerte le sobrevino, tras una penosa enfermedad, en 1974, cuando se encontraba en Madrid.

En su obra, al igual que en la del escritor cubanoAlejo Carpentier, el mito se hace presente, pero a diferencia del cubano, organiza sus novelas en torno a los mitos precolombinos.

Su primera obra Leyendas de Guatemala (1930) es una colección de cuentos y leyendas mayas.

La novela que le ha dado fama internacional es El señor Presidente (1946) en la que traza el retrato de un dictador de una manera caricaturesca y esperpéntica pero siguiendo una estructura regida por la lucha entre las fuerzas de la luz (el Bien, el pueblo) y las fuerzas de las tinieblas (el Mal, el dictador).

Es también un libro de protesta militante dedicado a la descripción de un régimen dictatorial en términos de terror, maldad y muerte. En las cuatro cadenas de episodios que integran la trama predominan el miedo y la crueldad. Este tema mítico vuelve a aparecer en Hombres de maíz ( 1949) aunque ahora la luz está representada por los indígenas y las tinieblas por los hombres de maíz, los colonizadores que llegan a explotar las tierras de los campesinos en beneficio propio. En esta obra, Asturias logra hermanar armoniosamente lo mítico-maravilloso con la dura realidad de la vida indígena. Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía formada por Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Otras novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de Dolores (1972). Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los mismos temas, como Chantaje o Dique seco ambas de 1964. Su novela Viento fuerte fue citada en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue concedido por "sus coloridos escritos profundamente arraigados en la individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América".
  El Realismo Mágico y Latinoamérica 
En la literatura, el Realismo Mágico es un género en el que el autor combina elementos fantásticos y fabulosos con el mundo real, creando un equilibrio entre una atmósfera mágica y la cotidianidad, quebrantando las fronteras entre lo real y lo irreal, ubicando cada uno de estos en el lugar del otro.

El Realismo Mágico presenta lo real como maravilloso y viceversa, planteando como un suceso común, tanto para el lector como para los personajes de la obra, escenas y hechos fabulosos, mientras que brinda a su vez un carácter fantástico e irreal a actos de la vida común. 
 


Desde mediados del siglo XX, la narrativa latinoamericana amplía su perspectiva más allá de la naturaleza, los indígenas y demás temas comunes de la novela realista. Revoluciones culturales y políticas, un amplio apego a la superstición, regímenes autoritaristas y demás procesos locales se combinaron con las vanguardias europeas, el psicoanálisis y las principales inquietudes del mundo entero sobre los problemas humanos y existenciales, ofreciendo a la pluma latinoamericana un escenario ideal para impulsar el Realismo Mágico en la literatura, convirtiéndolo en una senda hacia la consolidación de una identidad regional.


Definición
Hay un montón de perspectivas sobre la definición del realismo mágico. El realismo mágico trata de ofuscar, borrar y juntarse las fronteras entre la mente y el cuerpo, el espíritu y lo material, la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el yo y los otros y el hombre y la mujer.

Esto es a lo que nos referimos cuando decimos que el realismo mágico es una herramienta política dentro de la literatura latinoamericana.

En la literatura latinoamericana ocupa un lugar primordial. Con la producción de autores como,OnnetiBorges y Rulfo, forma parte de esta promoción de autores de alta calidad que escribieron sus textos en los años veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, y sentaron las bases para el gran desarrollo de narrativa latinoamericana posterior. Concretamente, creo que Asturias, por una parte, manejó con gran destreza lo real maravilloso, sobre todo en Hombres de maíz, y por otra parte, asimiló los influjos de la vanguardia, sobre todo el surrealismo. Y todo esto lo fusionó con el gran conocimiento práctico y teórico que tenía de Guatemala, más su fecunda imaginación, y con esos ingredientes elaboró una síntesis que dio como resultado obras fundamentales en el desarrollo de la narrativa de Latinoamérica. En el caso de Guatemala, no se podría hablar de literatura guatemalteca sin hablar de Asturias. No quiere decir ésto que sea la figura única de valor guatemalteca, pero sí que es la figura más universal, no sólo por la calidad de su obra, sino por la variedad de géneros que produjo. Fue al mismo tiempo novelista, cuentista, poeta, ensayista, periodista, autor dramático, y eso ya nos da un cuadro bastante completo, y en todos los aspectos logró productos de alta calidad. En lo interno de nuestro país, la producción de Asturias fue como un jalón y un impulso que, como es comprensible, generó en algunos autores una especie de imitación ¡negativa. Algunos autores se dedicaron a escribir como Asturias.


Asturias concedió mucha importancia a los asuntos, los temas y los personajes de carácter local. Lo consideran localista. Hombres de maíz Leyendas de Guatemala, tienen rasgos peculiares de la cultura popular guatemalteca y, en general, de la vida nacional, factores necesarios para explicarnos el desarrollo de Guatemala y el desarrollo de nuestras letras.
Otro eje es el de la gran importancia que Asturias concede a los elementos populares: personajes, ambientes, formas de vida, de lo que llamamos folclore, o, más acertadamente, cultura popular tradicional. Muestra gran sensibilidad hacia el hombre, sobre todo hacia el hombre guatemalteco, su gran sensibilidad hacia el hombre de Guatemala.


Y en tercer lugar, si no en todas sus obras, en buen número de ellas, el haber logrado superar la literatura meramente de compromiso y haber logrado un corpus que enuncia la problemática social de Guatemala . El señor presidente es una obra que sigue siendo vigente. Una obra con valor permanente.


El Señor Presidente de Miguel A. Asturias.
Descripción de la obra: la obra es densa y con notable riqueza estilística y léxica del autor, El empleo profuso de localismos  hace su lectura difícil en ocasiones - incluso al final se incluye un glosario de términos. La narración tiene por objeto la descripción y denuncia de la dictadura de Estrada Cabrera, sanguinario dictador guatemalteco de la primera mitad del siglo XX, y, por extensión, de todas las dictaduras latinoamericanas: sus arbitrariedades, su atropello de los derechos humanos y civiles, sus abusos consustanciales. El elenco de personajes que crea la capacidad fabuladora de Asturias va desde el propio presidente, paradigma de alcohólico inútil y caprichoso, hasta los mendigos más despreciables, puesto que a su condición de penuria física hay que añadir su deslealtad, inexistente integridad moral y aberrante incuria. El relato es devastador y fascinante, lo cual no obsta para que Asturias siembre con este libro la semilla del fecundo realismo mágico posterior. La prosa y el estilo rozan la lírica más sublime, con hallazgos expresivos bellísimos. Metáforas e imágenes se confabulan para sorprendernos casi en cada línea. He aquí algunos ejemplos de lo que menciono:

  • "...La luna entraba y salía de los nichos flotantes de las nubes. La calle rodaba como un río de huesos blancos bajo puentes de sombra. Por momentos se borraba todo, pátina de reliquia antigua. Por momentos reaparecía realzado en algodón de oro..."
  • "...Amanecía. Araucarias inaccesibles, telarañas verdes para cazar estrellas fugaces. Nubes de primera comunión. Pitos de locomotoras extranjeras..."
  • "...En el mar entraban los ríos como bigotes de gato en taza de leche. La sombra licuada de los árboles, el peso de los lagartos cachondos, la calentura de los vidrios palúdicos, el llanto molido, todo iba a dar al mar..."
  • "...El tren arrancó poco a poco. Un terroncito de alba se mojaba en el azul del mar. De entre las sombras fueron surgiendo las casas de paja del poblado, las montañas lejanas, las embarcaciones míseras del comercio costero y el edificio de la Comandancia, cajita de fósforos con grillos vestidos de tropa..."

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez

García Márquez cuenta la historia de un pueblo, Macondo, desde su fundación hasta su destrucción. Son impresionantes los distintos momentos y la existencia de este pueblo. Haremos un rastreo de los episodios que destacan el universo ficcional de Cien años de soledad, podemos advertir estrechas relaciones entre el lenguaje y sus distintos portadores (narrador y personajes), y la realidad que describe la novela, la de Macondo. Por lo tanto, en la novela de García Márquez, el lenguaje del narrador y de los personajes actúa como constructor de realidad.

Análisis Contextual:
Cien años de soledad escrita por Gabriel García Márquez “El Gabo” en 1967, narra en tono épico la historia de una familia colombiana, en la cual se pueden rastrear las influencias estilísticas del novelista estadounidense William Faulkner.
Con Cien años de Soledad García Márquez ha despertado admiración en numerosos países occidentales por la personalísima mezcla de realidad y fantasía que lleva a cabo en sus obras narrativas, situadas siempre en Macondo, una imaginaria ciudad de su país.


García Márquez

 


Melquíades compone la historia de Macondo y sus habitantes. Lo que estamos leyendo, al leer la novela, no es más que ese pergamino en el que el gitano escribió la historia; sólo que esto recién lo sabemos en el desenlace de la obra. Cuando acaba nuestra lectura, acaba también Macondo. Como lectores, asistimos a la fundación de Macondo, a los orígenes de ese pueblo; también somos testigos de su evolución y finalmente de su destrucción. Con el desarrollo de la vida en Macondo, también conocemos el origen y evolución de su lenguaje, que resume la historia de todo lenguaje humano.
 

En Cien años de soledad aparecen varios puntos de vista respecto a un mismo hecho histórico: Empieza la leyenda con la ubicación del coronel Aureliano Buendía. Informaciones simultáneas y contradictorias lo declaraban victorioso en Villanueva, derrotado en Guacamayal, devorado por los indios Motilones, muerto en una aldea de la ciénaga y otra vez sublevado en Urumita.

 

Del mismo modo, dos puntos de vista se proyectan sobre los acontecimientos sucedidos en Macondo durante la guerra civil: la versión de la masacre contada por José Arcadio Segundo y la versión oficial de los hechos, según la cual no hubo muertos, son dos relatos que niegan la posibilidad de la historia como hecho unitario. La versión oficial, mil veces repetida y machacada en todo el país terminó por imponerse: no hubo muertos, los trabajadores satisfechos habían vuelto con sus familias, y la compañía bananera suspendía actividades mientras pasaba la lluvia.


[...] Era todavía la búsqueda y el exterminio de los malhechores, asesinos, incendiarios y revoltosos del Decreto Número Cuatro, pero los militares lo negaban a los propios parientes de sus víctimas, que desbordaban la oficina de los comandantes en busca de noticias. "Seguro que fue un sueño", insistían los oficiales.

Para la versión oficial, la que con el tiempo será considerada la verdadera historia, en Macondo no ha pasado nada, ni está pasando ni pasará nunca. Éste es un pueblo feliz. Así consumaron el exterminio de los jefes sindicales.
 


La Historia:

José Arcadio Buendía, siendo joven, acompañado por sus hombres, con mujeres, niños y animales,atravesó la sierra buscando una salida al mar, y al cabo de veintiséis meses desistieron de la empresa y fundaron a Macondo para no tener que emprender el camino de regreso. Al comienzo, era una aldea en la que no se mandaba con papeles; cuando Don Apolinar Moscote mostró el papel en el que había sido nombrado corregidor del pueblo, José Arcadio Buendía le dijo: En este pueblo no mandamos con papeles. Vemos la fase primitiva de Macondo, en la que hay predominio de la oralidad; luego, veremos la importancia de la lengua escrita.


En la fase primitiva de Macondo, en los orígenes de este pueblo, nos encontramos con sus fundadores y primeros habitantes que se enfrentan a la exigencia de nominar lo que contemplan por primera vez y recurren al señalamiento. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo. Macondo era por entonces un pueblo muy reciente; el narrador subraya que un pueblo sin muertos, es un pueblo sin pasado. Y Macondo era, al comienzo, un pueblo sin cementerio. Así como Macondo empieza a tener existencia a partir de su fundación, también hay un hecho fundante que da existencia a este pueblo en el mundo de los muertos:

[...] porque Macondo fue un pueblo desconocido para los muertos hasta que llegó Melquíades y lo señaló con un puntito negro en los abigarrados mapas de la muerte. 

 


En el segundo capítulo de la novela, José Arcadio(segunda generación) se va con los gitanos que año tras año llevaban sus inventos a Macondo. Úrsula inmediatamente corre tras los pasos de su hijo; cuando José Arcadio Buendía (padre) advierte la ausencia de su esposa, reúne a un grupo de hombres y parten en pos de Úrsula:


Unos pescadores indígenas, cuya lengua desconocían, les indicaron por señas al amanecer que no habían visto pasar a nadie. Entre las grandes novedades que distintos grupos de gitanos llevaban a Macondo, apareció el hielo como el gran invento de nuestro tiempo. Los macondinos pagaban cinco reales para tocarlo y sentirse frente a lo sagrado.

 
 

La historia de Macondo en unos manuscritos es un objeto de estudio; lo vemos claramente en el arduo trabajo de desciframiento que lleva a caboAureliano Babilonia. Aureliano ocupaba todas sus mañanas en descifrar los pergaminos; se había convertido en un hombre encastillado en la realidad escrita


Úrsula expresó alguna vez a José Arcadio: En vez de andar pensando en tus alocadas novelerías, debes ocuparte de tus hijos —replicó—. Míralos cómo están, abandonados a la buena de Dios, igual que los burros. José Arcadio Buendía tomó al pie de la letra las palabras de su mujer. Miró a través de la ventana y vio a los dos niños descalzos en la huerta soleada, y tuvo la impresión de que sólo en aquel instante habían empezado a existir, concebidos por el conjuro de Úrsula.
 
 


José Arcadio Buendía, absorbido por los inventos de los gitanos y fascinado de tal modo por los mismos, convertido en experimentador, se había olvidado de la realidad que lo circundaba. Él era sólo para sus inventos. Incluso había dejado de ocuparse de sus propios hijos; en cierto modo, habían dejado de existir para él. El conjuro de Úrsula es la expresión que emplea el narrador como sinónimo de "las palabras de Úrsula"; a partir de éstas, en el instante en que son pronunciadas, los hijos empiezan a existir para su padre.


En la historia de la familia Buendía es interesante destacar la explicación la genealogía de los nombres. En la larga historia de la familia, la tenaz repetición de los nombres le había permitido sacar conclusiones que le parecían terminantes. Mientras los Aurelianos eran retraídos, pero de mentalidad lúcida, los José Arcadio eran impulsivos y emprendedores, pero estaban marcados por un signo trágico. La historia de la familia Buendía es una historia de repeticiones. Los nombres Aureliano y José Arcadio reiterados nos hablan del eterno retorno. Los personajes, designados con los nombres de otros, adquieren rasgos de personalidad de sus antecesores. Esta agrupación por clases (los Aurelianos y los Arcadios) define el carácter de los personajes y marca sus destinos.

 

 


Cuando Aureliano, el primer ser humano que nació en Macondo , tenía tres años, entró a la cocina y sorprendió a su madre diciendo:
se va a caer. La olla estaba bien puesta en el centro de la mesa, pero tan pronto como el niño hizo el anuncio, inició un movimiento irregular irrevocable hacia el borde, como impulsada por un dinamismo interior, y se despedazó en el suelo. El presagio de Aureliano no se quedó en las palabras; dentro del plano de lo real imaginario también aparecen episodios en los que claramente la palabra determina la realidad.


Aquí son los presagios de Aureliano los que se convierten en hechos. Otras palabras proféticas de Aureliano se constituyen en centro de episodios importantes. 
El coronel Aureliano Buendía, después de ocho meses de haber partido, le escribió a su madre Úrsula. Dentro del sobre lacrado que le envió por medio de un emisario, había un papel escrito con una caligrafía preciosista que decía: Cuiden mucho a papá porque se va a morir. Entonces entraron al cuarto de José Arcadio Buendía, lo sacudieron con todas sus fuerzas, le gritaron al oído, le pusieron un espejo frente a las fosas nasales, pero no pudieron despertarlo.

 



La peste del insomnio y del olvido
. Los macondinos habían contraído esta enfermedad; hasta los niños permanecían despiertos sin poder, como el resto de los habitantes del pueblo, conciliar el sueño de modo alguno. Tiempo despuésnadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir.

 


[...] lo más temible de la enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir, pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su inexorable evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido [...] empezaban a borrarse de su memoria los recuerdos de la infancia, luego el nombre y la noción de las cosas, y por último la identidad de las personas y aun la conciencia del propio ser, hasta hundirse en una especie de idiotez sin pasado.

Aureliano fue quien descubrió la fórmula que los defendería de las evasiones de la memoria: marcar cada cosa con su nombre fue el modo de no olvidar la realidad. Con un hisopo entintado marcó cada cosa con su nombre: mesa, silla, reloj, puerta, pared, cama, cacerola. Fue al corral y marcó los animales y las plantas: vaca, chivo, puerco, gallina, yuca, malanga, guineo.
 
 
Poco a poco, estudiando las infinitas posibilidades del olvido, se dio cuenta de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas por sus inscripciones, pero no se recordara su utilidad. El letrero que colgó en la cerviz de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los habitantes de Macondo estaban dispuestos a luchar contra el olvido: Esta es la vaca, hay que ordeñarla todas las mañanas para que produzca leche y a la leche hay que hervirla para mezclarla con el café y hacer café con leche.

Así continuaron viviendo en una realidadescurridiza, momentáneamente  capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita.
 



 

 

Entre los carteles que habían invadido Macondo, uno decía Dios existeTodo lo que pudiera ser apresado por las palabras se convertía inmediatamente en una realidad. La comprobación de su existencia era la posibilidad de ser expresado por el lenguaje. Este episodio, cuyo origen es la llegada al pueblo de Visitación, una india guajira, y de su hermano, quienes huían de una peste de insomnio que flagelaba a su tribu desde hacía varios años, transformó a Macondo durante el tiempo que duró la peste. La primera que manifestó los síntomas de la enfermedad fue Rebeca, con sus : ojos alumbrados como los de un gato en la oscuridad.

Es éste uno de los hechos más significativos en cuanto a la relación entre las palabras y las cosas. La pérdida de la palabra es la pérdida de la memoria y del pasado.

La peste del olvido nos presenta a un narrador que frente al suceso acentúa la idea de una estrecha dependencia de la realidad con respecto al lenguaje; la idea de que las cosas y sus utilidades están representadas por las palabras que las nombran aparece en todo su esplendor, es llevada al extremo.


Lo milagroso:
Cansado de predicar en el desierto, el padre Nicanor [...]. Suplicó tanto que perdió la voz [...]. Cantó los evangelios con voz lacerada por la súplica. El muchacho que había ayudado a misa le llevó una taza de chocolate espeso y humeante que él se tomó sin respirar. Luego se limpió los labios con un pañuelo que sacó de la manga, extendió los brazos y cerró los ojos. Entonces el padre Nicanor se elevó doce centímetros sobre el nivel del suelo. Fue un recurso convincente.

 


Lo mítico legendario
García Márquez se apropia de realidades ficticias presentes en otros textos literarios; éstas son absorbidas por Cien años de soledad. Realidades mítico-legendarias que fueron objeto de varias literaturas son también aquí objeto de la novelística del autor colombiano.

 


Mientras la historia se desarrolla, Melquíades está sentado en el rincón, sentado al escritorio, garabateando signos indescifrables; desde el comienzo de la novela podemos ir descubriendo que Melquíades es el narrador de la historia, la va construyendo desde la palabra. El gitano se pasaba horas y horas garabateando su literatura enigmática. Melquíades es aquel ser prodigioso que decía poseer las claves de Nostradamus; se señala con esta referencia al personaje, el poder de su palabra profética. Melquíades tenía una mirada que parecía conocer el otro lado de las cosas.


¿Qué les pasa a los habitantes de Macondo? En tanto los personajes no descifran los manuscritos de Melquíades, no pueden conocer su identidad (especie condenada a vivir cien años en soledad) ni su destino final (la destrucción). Aureliano Segundo se dio a la tarea de descifrar los manuscritos de Melquíades; pero le fue imposible. Las letras parecían ropas puestas a secar en un alambre, y se asemejaban más a la escritura musical que a la literaria. En una de sus jornadas de trabajo, Aureliano Segundosintió que no estaba solo en el cuarto. Allí se encontraba Melquíades; desde esa vez se vieron casi todas las tardes. Con respecto a los manuscritos, le explicó que nadie debe conocer su sentido mientras no hayan cumplido cien años.

 


Aureliano Babilonia, quien sí pudo finalmente traducir los pergaminos, encerrado en su tarea de descifrar los manuscritos, ante una aparición de Melquíades le contó a éste que ya había descubierto en qué lengua estaban escritos: en sánscrito. Aureliano tenía tiempo de aprender el sánscrito en los años que faltaban para que los pergaminos cumplieran un siglo y pudieran ser descifrados.

 


Aureliano Babilonia, convertido en narratario, ocupó su tiempo en el aprendizaje del sánscrito para llegar a tiempo con la traducción. Después de tres años desde que Santa Sofía de la Piedad le llevara la gramática, consiguió traducir el primer pliego. Pero aún faltaba para lograr comprender esos versos cifrados. Hubo un instante prodigioso en el que encontró las claves del pergamino en el epígrafe que decía: El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas. Así comprendió que esos manuscritos que estaba descifrando comprendían la historia de la familia, escrita por Melquíades hasta en sus detalles más triviales, con cien años de anticipación. En el desenlace de la novela se devela la identidad del narrador: Melquíades.


La historia de Macondo estaba escrita, las palabras preexistieron a la fundación, desarrollo y destrucción del pueblo. Aureliano Babilonia supo que su destino estaba escrito:

[...] empezó a descifrar el instante que estaba viviendo, descifrándolo a medida que lo vivía, profetizándose a sí mismo en el acto de descifrar la última página de los pergaminos, como si se estuviera viendo en un espejo hablado.

[...] antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre, porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra".


Biografía:

García Márquez, Gabriel (1928- ), escritor, periodista y premio Nobel colombiano. Nació en Aracataca y se formó inicialmente en el terreno del periodismo. Fue redactor de El Universal, un periódico de Cartagena de Indias durante 1946, de El Heraldo en Barranquilla entre 1948 y 1952, y de El Espectador en Bogotá a partir de 1952. Sus novelas más conocidas son Cien años de soledad(1967), que narra en tono épico la historia de una familia colombiana, y en la cual se pueden rastrear las influencias estilísticas del novelista estadounidense William Faulkner, y El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción políticos.


Crónica de una muerte anunciada (1981) es la historia de un asesinato en una pequeña ciudad latinoamericana, mientras que El amor en los tiempos del cólera (1985) es una historia de amor que se desarrolla también en Latinoamérica. El general en su laberinto (1989), por otro lado, es una narración ficticia de los últimos días del revolucionario y hombre de estado Simón Bolívar. También es autor de varios libros de cuentos como La increíble y triste historia de Eréndira y de su abuela la desalmada (1972) o Doce cuentos peregrinos (1992). García Márquez ha despertado admiración en numerosos países occidentales por la personalísima mezcla de realidad y fantasía que lleva a cabo en sus obras narrativas, situadas siempre en Macondo, una imaginaria ciudad de su país. Su última obra publicada, Noticia de un secuestro (1996), es un reportaje novelado sobre el narcoterrorismo colombiano. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1982 y fue formalmente invitado por el gobierno colombiano a regresar a su país, donde ejerció de intermediario entre el gobierno y la guerrilla a comienzos de la década de los ochenta.
 
Criollismo y Modernismo

El criollismo
 
Esta actividad literaria llamada también "regionalismo" se afianza en Hispanoamérica en las tres primeras décadas del siglo XX.

Los escritores muestran una definida posición nacionalista en el arte y una conciencia literaria madura. Son americanistas también, en cuanto se desentienden del peso de las tradiciones europeas y centran su interés en nuestro continente.

A diferencia de los americanistas del período romántico (Echeverría y otros) y de los indigenistas de la misma época ( Zorrilla de San Martín y otros), ponen su objetivo en el paisaje antes que en los individuos. Por esto son notoriamente descriptivos. Además, los personajes de sus obras son por lo común víctimas de esa naturaleza americana, brutal, inhóspita y grandiosa. 

Asimismo, son excelentes artistas que dominan la técnica de la novela, el relato o el cuento, ya maduros por esos años en Hispanoamérica, después de la maestría literaria que habían revelado en sus obras los poetas y prosistas del modernismo. Continúan esta tradición modernista de hacer verdadero arte escrito, pero con contenidos nacionales, antes que los cosmopolitas preferidos por sus predecesores.


Características

Dominan el manejo de la lengua y conocen a fondo los regionalismos de vocabulario sintácticos, que usan sin prejuicios en sus obras. Los diálogos se caracterizan por la fidelidad a las hablas locales. 

Finalmente, conocen a fondo la psicología de los habitantes de esas regiones, y los presentan con exageraciones o idealizaciones irreales. Los más grandes representantes del movimiento criollista en Hispanoamérica fueron Rómulo Gallegos, Francisco Lazo Martí, (Venezuela), José Eustasio Rivera (Colombia), Horacio Quiroga  (Uruguay-Argentina), Ricardo Güiraldes y Benito Lynch ,(Argentina).


Francisco Lazo Martí, Comentarios a su obra:
El crítico Mario Torrealba Lossi afirma que «en la Silva Criolla se juntan, en mágica simbiosis, la concepción de lo hispanoamericano -el paisaje, el hombre, el sentido telúrico- así como la expresión más genuina del carácter venezolano». El mismo año en que Manuel Vicente Romerogarcía publica su novela Peonía (1890), se está graduando de médico Francisco Lazo Martí, un joven estudiante nacido en Calabozo que ha venido a Caracas sólo a recibir su diploma universitario. Ha vivido siempre en el corazón de los llanos, y a ellos regresa con su título y su vocación de servicio público. En Guárico, Apure y Barinas habrá de ejercer su profesión, más con el carácter de un apostolado que con miras lucrativas.


Su sensibilidad por las angustias y necesidades de los humildes bien pronto rebasa sus capacidades como médico, y lo atrae hacia el terreno de la política. En 1892 es redactor, en San Fernando de Apure, del periódico El Legalista, en cuyas columnas hace campaña contra el continuismo del Presidente Raimundo Andueza Palacio, a quien derroca el General Joaquín Crespo, cabeza de la llamada Revolución Legalista. El triunfo de los legalistas no representó para Lazo Martí oportunidad para escalar posiciones o solicitar recompensas. Prefiere internarse en dos pueblos barineses, Puerto Nutrias y Soledad, en los que permanece cuatro años (1893-1897), en ejercicio de la profesión.


Características de su poesía 

1.-La noche aparece en todos sus poemas como algo cruel, siniestro, pavoroso
2.-La naturaleza muere y resucita eternamente.
3.- Vivir es ignorar y es angustiarse ante el misterio.

Modernismo

José Asunción Silva es un escritor modernista pleno como con frecuencia se le designa. Este es un debate que se ha desarrollado en las últimas décadas y en el que han intervenido prestigiosos profesores y críticos, estudiosos de la literatura latinoamericana. Resulta hoy evidente que la personalidad de Rubén Darío y su genio poético, llevaron a una distorsión de la percepción correcta del fenómeno literario modernista, distorsión propiciada en no poca medida por el mismo Darío.   Ello hizo que se hablara durante años de unos precursores o premodernistas, que serían los cubanos José Martí y Julián de Casal, el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera y el colombiano José Asunción Silva.

Estos habrían preparado el terreno para los modernistas de verdad, la pléyade compuesta por Darío, Lugones, Jaimes Freyre, Herrera y Reissing, Chocano, Egure, Valencia, Nervo, Urbina, Tablada, González Martínez.

Gracias a los estudios de varios analistas, entre ellos debe mencionarse a Max Henriquez Ureña, Iván Schulman y Manuel Pedro González, parece claro que hubo dos generaciones modernistas y, también, dos estilos muy distintos que coexistieron dentro del modernismo. En síntesis, la primera generación es la que encabeza Martí, que es el mayor del grupo, y cierra Rubén Darío, quien es apenas dos años menor que Silva.

Está claro que ese modernismo no se gestó gracias al simple capricho estético de un grupo de escritores, sino como una actitud ante la creación literaria, que se caracteriza por una conciencia artística muy profunda y por una voluntad firme de innovar en los territorios formales del lenguaje.

Y todo ello como expresión y consecuencia de las grandes transformaciones filosóficas, sociales e ideológicas de la época, que Iván Schulman enuncia someramente así: «la industrialización, el positivismo filosófico, la politización naciente de la vida, el anarquismo ideológico y práctico, el marxismo incipiente, el militarismo, la lucha de clases, la ciencia experimental, el auge del capitalismo y la burguesía, neoidealismo y utopías...»


La obra de José Asunción Silva es breve. Comprende alrededor de 150 poemas, una novela tituladaDe sobremesa y una serie, también breve, de prosas y notas críticas. Los poemas están distribuidos en cuatro conjuntos. El principal de ellos, por su calidad y coherencia, es El libro de versos, el único que Silva organizó y dejó listo para publicar. Bajo esas características y con ese título se dio a conocer por primera vez en 1923. En 1945 se hizo una edición facsímilar, excelente reproducción de los originales. Este volumen comprende su producción de 1891 a 1896.


Su obra primera, escrita entre los 14 y 18 años de edad, estuvo inédita hasta 1977, fecha en que se halló en la Biblioteca Nacional de Colombia un libro manuscrito, conocido parcialmente, el cual se publicó bajo el título de Intimidades, con un estudio del profesor Héctor Orjuela, experto en el trabajo silviano.

Los últimos dos conjuntos de su poesía se han reproducido como capítulos de la obra completa. Uno corresponde a un grupo de poemas sueltos que se suele publicar con el título de Poesías varias y el otro a una serie de versos satíricos, conocida como Gotas amargas, la cual fue reconstruida por sus amigos, pues el poeta nunca quiso publicarla. La anterior es la organización dada a la obra poética de Silva por los críticos que la han estudiado a lo largo de este siglo, y así han podido establecer fechas, autenticidades y características. Sin embargo, el primer libro de Silva se publicó en Barcelona en 1908, por la editorial Maucci, con un visionario prólogo de Miguel de Unamuno.

 

La novela Hispanoamérica

 Con los nuevos novelistas latinoamericanos que surgen en el siglo XX nace lo que se conoce como lanovela latinoamericana. En ella se descubre la realidad, falseada en las producciones anteriores por el encantamiento de la Naturaleza que relegaba al hombre fuera de su entorno. Esta realidad nueva que nos presentan, es una realidad reflejada por una conciencia sobrecargada del drama humano que padecen los hombres en las sociedades modernas.


Características de la novela latinoamericana

1.-La utilización del narrador en primera persona
2.-La técnica del punto de vista
3.-El monólogo interior
4.-El rescate del lenguaje coloquial

Todos estos son medios con que el hombre quiere dar testimonio real de su angustia, del absurdo del mundo y de la ambigüedad de la realidad. Esta Novelística no pretende dar soluciones (como lo intenta la filosofía), sino problematizar al lector sobre su realidad, además ha adquirido una dimensión metafísica que no tenía; es la novela del hombre en crisis. 


También en ella tienen fundamental importancia el mundo de los sueños (onirismo), la alucinación, lo maravilloso y fantástico de la realidad. Los grandes escritores de la novela Latinoamericana como Fuentes, Rulfo, García MárquezVargas Llosa, Cortázar, Sábato y otros muchos, expresaban en sus obras una voluntad de crear una literatura a partir de la realidad y la cosmovisión del latinoamericano. Ahora estudiaremos a dos grandes exponentes de la novela Latinoamérica, como lo son Cortázar y Sábato, empezando por el último; que a pesar de su perdida de la visión aún sigue en actividad literaria.

"Uno se embarca hacia tierras lejanas, indaga la naturaleza, ansía el conocimiento de los hombres, inventa seres de ficción, busca a Dios. Después se comprende que el fantasma que se perseguía era Uno-Mismo..." (Hombres y Engranajes, de Ernesto Sábato, 1951). 

Con esta breve cita Sábato deja en claro que su tránsito por la literatura y por el mundo ha sido una constante búsqueda de sí mismo, un anhelo de encontrarse, de conocerse, de lograr la comunión de la razón con los sentimientos. Fruto de esa búsqueda son sus tres novelas (Hombres y Engranajes, Sobre Héroes y Tumbas, y El Túnel) donde descansan sus obsesiones, sus sueños, su irracionalidad. Pues si bien Sábato es un lúcido pensador se destaca por su obra narrativa. Es que ella encierra la esencialidad del hombre concreto que él pregona, la constante lucha entre el bien y el mal, los irreducibles espacios de soledad por los que el hombre contemporáneo transita y la victoria de la esperanza ante la muerte y el olvido. Julio Cortázar expresa su pensamiento en su mayor obra Rayuela; Crea a Morelli, el escritor sin amigos y sin lectores. 

No obstante, en sus teorías literarias encontramos el manifiesto de Cortázar en lo que atañe a literatura de liberación. Ante las acongojantes alternativas del siglo XX, el intelectual se encuentra en solitario. Para él la mayoría de las veces, solamente le queda el lector como meta de comunicación. Ahora bien, este lector está masificado, acosado por los medios de información modernos. El autor no puede permanecer en la misma situación de superioridad que el narrador tradicional; tiene que hacer un pequeño esfuerzo para atraerse la confianza del lector. Aspira a mucho más: "Hacer del lector un cómplice, un camarada del camino, puesto que la lectura abolirá el tiempo del lector y lo trasladará al del autor. 

Morelli-Cortázar no intenta la construcción de un personaje al modo tradicional, sino que pretende que el lector contribuya a dar la dimensión completa de los seres que deambulan por la novela. Para convertir un ser plano en uno denso también cuenta con la fuerza del lector, con todas sus experiencias, pero también con todas las debilidades, con todas sus limitaciones. La intra teoría expresada por Morelli, en la novela (meta-novela) que vendría a ser la expresada por Cortázar, se entendería mejor con una simple metáfora: A mitad de camino, como dos ajedrecistas ante los 64 cuadros del tablero, cada uno con sus ejércitos, el autor y el lector deben jugar las diversas piezas de la obra; ambos entran a formar parte de una novela de carácter lúdico.


Análisis del Tema:
Durante la década del sesenta se produjo un crecimiento notable de la literatura latinoamericana, que decantó en un vasto reconocimiento mundial, tanto desde la crítica especializada como desde el público. La aparición de por lo menos una docena de excelentes novelas que poblaron un espacio antes desierto, dio pie a una renovación de nuestras letras y logró llevar nuestra literatura alrededor del mundo.


El escritor chileno José Donoso, en su Historia personal del boom, señala sobre el surgimiento de este fenómeno que "... quizás valga la pena comenzar señalando que al nivel más simple existe la circunstancia fortuita, previa a posibles y quizás certeras explicaciones histórico-culturales, que en veintiuna repúblicas del mismo continente, donde se escriben variedades más o menos reconocibles del castellano, durante un período de muy pocos años aparecieron tanto las brillantes primeras novelas de autores que maduraron muy o relativamente temprano - Vargas Llosa, Carlos Fuentes, por ejemplo - y casi al mismo tiempo las novelas cenitales de prestigiosos autores de más edad - Ernesto Sábato, Onetti, Cortázar -, produciendo así una conjunción espectacular".


En un corto período de apenas seis años surgieron, entre otras, novelas como La muerte de Artemio Cruz, La ciudad y los perros, La Casa Verde, El astillero, Paradiso, RayuelaSobre héroes y tumbas, Cien años de soledad. (http://www.monografias.com/trabajos10/nola/nola.shtml)


El Boom latinoamericano:

Lo que caracteriza a la mayoría de los escritores que se ubican dentro del 'boom', es que se trata de intelectuales exiliados de sus países, que desde Europa tomaron parte de la causa latinoamericana (lo cual les valió sus críticas), y se hicieron eco de ella. Vargas Llosa diría años más tarde que "había llegado a Europa siendo peruano, y allí me descubrí latinoamericano".


Esta necesidad de comulgar con el sentimiento de pertenencia a una cultura que les era común, aún con sus diferencias regionales, terminó por conformar un grupo de lucha que tomó parte activa en los reclamos por las libertades, los derechos humanos, y la Revolución Cubana y nicaragüense. Aún cuando no es claro cuándo comienza y termina exactamente el fenómeno, se ubica dentro de él a un grupo selecto de escritores, quienes en algún momento fueron acusados de ser parte de una mafia con contactos secretos con las editoriales, de forma tal que tuvieran el éxito asegurado. El tiempo demostró que las acusaciones eran injustas y que la calidad narrativa y estética de Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y compañía, no obedecía a ninguna estrategia publicitaria, sino que se trataba de un redescubrimiento de las páginas más notables de la historia del arte.
 

La narrativa venezolana actual


La literatura venezolana nace con la República, y su padre fundador es don Andrés Bello. El maestro de Bolívar, radicado en Londres, escribe con fervor americano y señala el rumbo de lo que un siglo después podríamos llamar literatura nacional. 

Comentario del tema:

La narrativa tiene su primera eclosión en la tercera década del siglo XX, con autores de primera línea: Rómulo GallegosDoña Bárbara, Teresa de la Parra, José Antonio Ramos Sucre, Enrique Bernardo Núñez, Julio Garmendia, Arturo Uslar PietriEnsayo Narradores que se ocupan de los avatares de un país en formación, poniendo un acento especial en la problemática social. 

 

Sin duda fue Gallegos quien mejor supo expresar la esencia de lo nacional. Doña Bárbara (1929),Cantaclaro (1934) y Canaima (1935) forman un fresco vigoroso que dibuja no sólo el exótico paisaje sino también el alma de un país. La influencia de Gallegos se extenderá por décadas, proyectando una sombra enrarecida sobre una generación.

Guillermo Meneses rompe con la tradición galleguiana. Su novela El Falso Cuaderno de Narciso Espejo (1952) incorpora a nuestra literatura un nuevo arte de narrar. Lo subjetivo, el inconsciente, la fragmentación del yo, la incertidumbre, el erotismo, constituyen valiosos aportes a una literatura que amenazaba estancarse en la repetición.

La segunda eclosión se produce en los años sesenta, en la así llamada “década de la violencia”. El advenimiento de la democracia y la irrupción de la guerrilla ofrecen a los narradores temas novedosos y actuales. Salvador Garmendia, Adriano González León, Oswaldo Trejo, Carlos Noguera, José Balza y Luis Britto García son los “cronistas” más representativos de aquella época turbulenta. País Portátil (1968) de González León es el testimonio más elocuente y eficaz de los tiempos de la guerrilla. 

Mucha agua ha pasado bajo los puentes y mucho petróleo por los oleoductos hasta este comienzo de siglo. Y aún aguardamos por la tercera eclosión. Apostamos entonces por la obra de los jóvenes:Antonio López OrtegaSilda Cordoliani, Wilfredo Machado, Ricardo Azuaje, Juan Calzadilla Arreaza, Israel Centeno, Juan Carlos Méndez Guédez. Juana la Roja (1991), la nouvelle de Azuaje, tal vez sea la primera muestra de una literatura que sin renunciar a la tradición aspira a la frescura y la visibilidad.


Contexto histórico:
La época colonial 
Los primeros escritores venezolanos de la literatura colonial fueron los cronistas de Indias.Entre ellos Juan de Castellanos, fray Pedro de Aguado y fray Pedro Simón. Podemos también mencionar a José Oviedo y Baños, quien residió en Caracas desde los 14 años de edad, como el primer escritor criollo. Oviedo y Baños con un estilo clásico y realista contó la conquista y población de la Provincia de Venezuela.
 


Durante la revolución de la Independencia, Simón Bolívar también usó su pluma para defender y divulgar los principios republicanos, y a veces para expresar sus emociones y vivencias personales. Las creaciones literarias que marcarán pauta pertenecerán a los géneros de la prosa y la poesía de sabor neoclásico de Andrés Bello. A su lado, destaca la escritura genial de ruptura y parodia deSimón Rodríguez.

Neoclasicismo y romanticismo: 
En los inicios de la era republicana figuran cuatro grandes nombres de las letras venezolanas:Andrés BelloFermín Toro, Rafael María Baralt y Juan Vicente González. El más destacado poeta, de clara autenticidad romántica, se llama Juan Antonio Pérez Bonalde. Entre los costumbristas venezolanos están Daniel Mendoza, Francisco de Sales Pérez, Nicanor Bolet Peraza, Francisco Tosta García, Rafael Bolívar Alvarez, Rafael Bolívar Coronado y Miguel Mármol. Dos escritores de carácter señalan la transición hacia nuevas posiciones intelectuales y creadoras: Cecilio Acosta y Arístides Rojas.

Positivismo, modernismo y literatura venezolana: 
Fue después de 1880 cuando se perfiló en Venezuela un movimiento literario de más ambiciosa inspiración. En el género narrativo, el descubrimiento del naturalismo inspiró a Tomás Michelena una novela: Débora (1884) y a Manuel Vicente Romero García, su obra Peonía (1890)Novela Latinoamericana primera tentativa de novela criolla integral. Otros autores dentro de la tendencia serían Gonzalo Picón Febres (El sargento Felipe, 1899), y Miguel Eduardo Pardo (Todo un pueblo). Con la obra portentosa de Rómulo Gallegos, donde se destaca la inmortal novela Doña Bárbara, culmina toda una etapa de la narrativa venezolana, aquella sometida a las influencias del nativismo, del costumbrismo, del realismo, del lirismo descriptivo que alcanza tonos épicos cuando contempla las luchas del hombre con la naturaleza.


Es importante mencionar a Arturo Uslar Pietri (Las lanzas Coloradas, 1931), quien se afirmó como la mayor promesa narrativa novelesca; a Enrique Bernardo Nuñez, a Julio Garmendia, a Antonio Arraiz, a Ramón Díaz Sánchez, a Guillermo Meneses, a Miguel Otero Silva. Del grupo "Contrapunto", Aparece Salvador Garmendia , quien desarrolla su temática y aborda otros espacios, entre ellos el fantástico.
También se destaca la narrativa paródica y densa de Luis Britto García, pasando por la importante obra de José Balza, un experimentador incansable, y por la de Oswaldo Trejo, atrevidamente textual.

Se impone citar a Pedro Berroeta, a Oscar Guaramato, a Antonio Márquez Salas, a Alfredo Armas Alfonzo, Manuel Trujillo, Orlando Araujo y a Adriano González León, la gran promesa del grupo Sardio y de la generación de 1960. También están presentes José Vicente Abreu, Laura Antillano, Francisco Massiani, Denzil Romero, Ednodio Quintero, Alberto Jiménez Ure, Gabriel Jiménez Emán, Armando José Sequera y Antonia Palacios, autora de la más importante obra narrativa de pluma femenina después de Teresa de la Parra.


La poesía: 
A pesar de que la poesía venezolana tardó mucho en alcanzar la modernidad, un poeta que debe ser leído y valorado como el único gran poeta modernista que tuvo Venezuela, es Alfredo Arvelo Larriva,virtuoso de la rima y del soneto. Otros poetas dignos de ser recordados son Andrés Mata, Sergio Medina, Ismael Urdaneta y Andrés Eloy Blanco, el poeta más popular de Venezuela, situado entre lo tradicional y la vanguardia.


Vale mencionar también a Fernando Paz Castillo, Jacinto Fombona Pachano, a Rodolfo Moleiro, a Enrique Planchart, a Enriqueta Arvelo Larriva, a Héctor Cuenca, y a Luis Enrique Mármol. Mención aparte merece José Antonio Ramos Sucre, maestro del poema en prosa, erudito, simbólico y misterioso.

Entre tanto, los poetas de 1918 como Antonio Arraiz, cada cual por su lado, dieron al traste con las formas y el lenguaje poético atrapados en las lecciones de versificación y rimado. La vanguardia produce sólo dos poetas: Pablo Rojas Guardia y Luis Castro. A cierta distancia de estos poetas, despuntó en el movimiento vanguardista Carlos Augusto León.

Dentro del contexto de "españolistas" hay que situar la obra de Ida Gramcko, Ana Enriqueta TeránPoema y Luz Machado. Estas mujeres poetas ocupan un sitio de privilegio en las décadas de 1940 y 1950. En la actualidad destacan la poesía muy personal de Yolanda PantinMargara RussotoEdda ArmasCecilia Ortiz y Lourdes Sifontes.

José Ramón Medina es uno de los valores poéticos más firmes del posviernismo y el posespañolismo; sus compañeros Luis Pastori y Aquiles Nazoa no cambiaron los rasgos iniciales de su escritura neoclásica o neomodernista. Los poetas Dionisio Aymará y Carlos Gottberg, entre otros, se adentraron en la condición del hombre cotidiano.

De la llamada "Generación del Sesenta" surgen poetas excepcionales: Rafael Cadenas, Francisco Pérez Perdomo, Juan Calzadilla, Arnaldo Acosta Bello, Ramón PalomaresCaupolicán Ovalles,Hesnor Rivera. Entre este grupo de poetas y el pasado hay que situar a Juan Sánchez Peláez, cuya obra reducida pero de intensa virtud visionaria y metafórica, de desgarrones existenciales y lirismo atormentado, reconoce como fuente la generación del sesenta. La breve experiencia de la revista Cantaclaro (1950), reveló a tres poetas: Rafael José Muñoz, Jesús Sanoja Hernández y Miguel García Mackle. Alfredo Silva Estrada se concretó a crear una obra que se cuenta entre las más coherentes de la poética venezolana.

 

 
Esta sección presenta las raíces y evolución del romanticismo y sus manifestaciones en América a través de los poemas líricos y de la novela romántica latinoamericana.
La Lírica: Clásica, Renacentista

Lírica
, forma poética que expresa tradicionalmente un sentimiento intenso o una profunda reflexión, ambas ideas como manifestaciones de la experiencia del yo. Esta definición debe matizarse cuando se traten ciertas formas de la lírica moderna en la que, como ya ocurría con el haiku japonés, el yo se desvanece en favor de la imagen o de una escena cuya emoción se desliga de la subjetividad del poeta. La lírica griega se cantaba o recitaba con el acompañamiento de la lira. Formas líricas populares en la época clásica eran las elegías y las odas. Entre los poetas líricos de la antigua Grecia figuran Safo, Alceo y Píndaro; entre los romanos, Horacio, Ovidio y Catulo. También se encuentra poesía lírica en la India y la China antiguas.
Lírica: Barroca, Modernista y Contemporánea
Góngora, Quevedo, Sor Juana Inés de la Cruz,
Rubén Darío y Neruda


La Lírica Barroca
A fines de 1500 con el nacimiento de Góngora la lírica toma giros particulares profusos de figuras y recargamientos estilísticos y sonoros. Don Luis de Góngora Argote (1561-1627) es su más resaltante representante.


Biografía

Luis de Góngora (1561-1627) nació en Córdoba, estudió en Salamanca y luego se hizo canónigo en su ciudad natal, donde jugaba a los naipes y asistía a funciones teatrales y musicales. En 1617 se ordenó sacerdote para poder ser nombrado capellán en la corte madrileña, donde buscaba puestos más lucrativos y sostenía polémicas personales y literarias con sus grandes rivalesLope de Vega y Francisco de Quevedo. Gravemente enfermo, volvió a Córdoba antes de morir. En la poesía lírica cultivó todos los géneros, tanto populares como eruditos, con notable empeño ingenioso, llevando hasta sus últimas consecuencias las posibilidades de cada género. El rigor formal de sus poemas mayores fue atacado y defendido duramente.




Luis de Góngora

Desde la voz infantil de"Hermana Marica" tono folklorico de «La mas bella niña», romances llegan a la irónica perfección de Angélica y Medoro y la parodia burlesca Píramo y Tisbe; impresiona la variedad magistral de sus letrillas y sonetos. 

La Fábula de Polifemo y Galatea (1613) pertenece al periodo culminante de las Soledades; en estos grandes poemas se lleva a un extremo la tradición cultista que empezó con Garcilaso de la Vegacomplicándose ahora profundamente con una agudeza conceptista de suma dificultad. Con Francisco de Quevedo a mediados de 1600 la lírica se torna profunda y con carga de ironía y crítica social. (Poema de Gíongora)

Francisco de Quevedo


Biografía
Francisco de Quevedo
Nace, probablemente, el 17 de septiembre de 1580 en Madrid. Son sus padres Pedro Gómez de Quevedo y María de Santibáñez. Tras haber pasado posiblemente por las aulas del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús de Madrid, estudia en el Colegio de la Compañía en Ocaña, beneficiándose de la ayuda económica que había obtenido del monarca su abuela Felipa de Espinosa. Comienza estudios de artes en la Universidad de Alcalá de Henares. Prosigue sus estudios, al parecer, en la Universidad de Valladolid, ciudad a la que se había trasladado la corte. Quevedo comienza a hacerse un nombre en el mundo de las letras. Algunos poemas suyos aparecerán recogidos en las Flores de poetas ilustres de Pedro de Espinosa. (http://www.usc.es/~quevd/welcome.html)


En 1629 escribe anónimamente El chitón de las tarabillas, en apoyo de la política del conde-duque de Olivares, a quien elogia asimismo en otros escritos. En 1632 recibe el nombramiento de Secretario del Rey. En 1634 publica La cuna y la sepultura y la traducción de La introducción a la vida devota de Francisco de SalesSotanta de Quevedo. En esta época desarrolla una gran actividad literaria; El 7 de diciembre de 1639 es detenido en casa del duque de Medinaceli y conducido al convento de San Marcos de León, donde permanecerá encarcelado hasta junio de 1643, cinco meses después de la caída de Olivares. En este tiempo escribe La Rebelión de Barcelona y Providencia de Dios. El 8 de septiembre 1645 muere en Villanueva de los Infantes, adonde se había desplazado a principios de este año. 
 


Sor Juana Inés de la Cruz

La incursión de la mujer introduce elementos nuevos y temáticas intimistas desde la interioridad del mundo femenino y espiritual.

 

 


Biografía

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Amecameca. Fue hija de padre vasco y madre mexicana. Le tocó en suerte vivir una época en que la literatura nacional era copia, más o menos fiel, de la español con la tendencia de los escritores de ese tiempo a escribir únicamente en verso. La producción de Sor Juana en su gran mayoría poética, con todo y ser presa de la misma afectación, por su sinceridad y fuerza alcanza tonos desconocidos de sus contemporáneos, en grado tal, que hay quienes piensan que ella, y Juan Ruiz de Alarcón, integran "la mayor gloria de México virreinal"; más aún: que únicamente

por Sor Juana se salva la literatura del siglo XVII, que era cultivada por "poetas sin condiciones de cultura ni talento". 
Su cultura, enciclopédica, era vastísima. Religiosa desde las dieciséis años (inicialmente en el Convento de Santa Teresa la Antigua y posteriormente en el de San Gerónimo) en el claustro vio cristalizar la mayor parte de su obra, no obstante lo cual buena parte de ella tiene como motivos asuntos profanos. En plena madurez literaria, criticó al P. Vieyra, portugués de origen, jesuita, un sermón, y lo impugnó sosteniendo lo relativo a los límites entre lo humano y lo divino, entre el amor de Dios y el de los hombres, lo que dio motivo a que el Obispo de Puebla, D. Manuel Fernández de Santa
Cruz (Sor Filotea), le escribiera pidiéndole que se alejara de las letras profanas y se dedicara por entero a la religión. Sor Juana se defendió en una larga misiva autobiográfica, en la cual abogó por las derechos culturales de la mujer y afirmó su derecho a criticar y a impugnar el tal sermón. No obstante, obedeció, y al efecto entregó para su venta los cuatro mil volúmenes de su biblioteca ("quita pesares", como la llamaba), sus útiles científicos y sus instrumentos musicales, para dedicar el producto de ellos a fines piadosos. Cuatro años mas tarde, atendiendo a sus hermanas enfermas de fiebre, se contagió y murió 
el 17 de abril de 1695.

 


Comentario de la obra
Las obras de Sor Juana no se han editado completas. Algunas piezas: Los Empeños de una Casa, Sonetos, Poesías Escogidas, Autos Sacramentales, etc., etc. han circulado intermitentemente, aisladas del grueso de su producción, algunas otras se han perdido. Un Compendio de Armonía Musical. "El Caracol". Su obra no tiene exclusivamente reflejos gongorinos, pues particularmente a su teatro se le señalan notables influencias del dramaturgo Calderón de la Barca, y aún de Moreto. De ella ha dicho Marcelino Menéndez y Pelayo "No se juzgue a Sor Juana por sus símbolos y jeroglíficos, por su Neptuno Alegórico por los innumerables rasgos de poesía trivial y casera de que están llenos los romances décimas con que amenizaba los saraos de los virreyes Marqués de Mancera y Conde de Paredes un curioso documento para la historia de las costumbres coloniales y un claro testimonio de cómo la tiranía del medio ambiente puede llegar a pervertir las naturalezas más privilegiadas"... "lo que más interesa en sus obras es el rarísimo fenómeno acentos de sus versos que no pueden venir de la imitación literaria"... "los versos de amor profano de Sor Juana son de los más suaves y delicados que han salido de pluma de mujer". Ha pasado a la Historia con los significativos nombres con que la critica la ha bautizado: 'La Décima Musa", "Fénix de México" y "La Monja Mexicana". (Poema)


Lírica Modernista
 
A partir de 1910 se produce en Europa un movimiento constante en busca de nuevas experiencias artísticas que buscan lo variopinto, lo moderno, en un momento de crisis espiritual; es el origen de las vanguardias. El modernismo surgió con Rubén Darío es puente obligado entre las letras de España y Latinoamérica. En un momento en que en España la poesía decaía y se repetía a sí misma sobre calcos vacíos, aportó una savia que, junto con Bécquer, inició el camino para la recuperación, cuyos frutos más brillantes fueron Juan Ramón Jiménez, las vanguardias y, más tarde, la llamada generación del 27. En Latinoamérica su influencia no fue menor. Aunque la crítica hispánica siempre tuvo en un alto concepto a Darío, desde el centenario de su nacimiento en 1967 su obra se revalorizó notablemente. Se le considera la mejor representación de la expresión americana e hispánica, y a él se debe el desarrollo en las letras hispanas de la búsqueda constante de nuevas formas y lenguajes.

Biografía
Rubén Darío
Poeta, periodista y diplomático nicaragüense, considerado el fundador del modernismo. Nació en Metapa, hoy Ciudad Darío (Nicaragua). Sus padres se separaron cuando él todavía era muy pequeño y lo crió una abuela que lo mimó, consintió mucho y presentó en Managua, siendo todavía un adolescente, como un artista prodigio. Leía a los poetas franceses a la vez que era invitado a recitar poesía. En 1886 realizó un viaje a Santiago de Chile que fue su primer contacto con el progreso y la metrópoli. Quedó fascinado, y allí público su primer gran libro Azul (1888), libro que llamó la atención de la crítica y que el escritor español Juan Valera alabó mucho.


Rubén Darío

De regresó a Managua se casó con Rafaela Contreras, en 1891; quince meses después nació su primer hijo y en 1893 murió su esposa. En 1892, viajó a España como representante del Gobierno nicaragüense para asistir a los actos de celebración del IV Centenario del descubrimiento de América. 
Suceden unos años de viajes por Estados Unidos, Chile y Francia, y una residencia en Buenos Aires trabajando para el diario La Nación, lo que le dio una reputación internacional. 

En 1898 regresa a España como corresponsal del mismo diario; en esta estancia en Europa, alterna su residencia entre París y Madrid, es aquí, en 1900, cuando conoce a Francisca Sánchez, una mujer de origen campesino, con la que tuvo un hijo y vivió con ella hasta el resto de sus días. Convertido en un gran poeta de éxito en Europa y América, fue nombrado representante diplomático de Nicaragua en Madrid en 1907, lo que le obligaba a viajar y de ahí que esté considerado como el 'embajador del modernismo' en el mundo. Darío era un hombre que no había olvidado sus raíces provincianas aunque se había transformado en un cosmopolita total, pero veía que el mundo jubiloso de Europa estaba acabando.

Inició la carrera literaria en Chile. Sus primeros poemas son una mezcla de tradicionalismo, romanticismo, al estilo del poeta español Gustavo Adolfo Bécquer, con una temática comprometida con lo social; Abrojos (1887) y Canto épico a las glorias de Chile (1888). Este mismo año publicaAzul (1888, revisado en 1890), obra todavía romántica sobre la exaltación del amor como algo armónico con la naturaleza y el cosmos. Está dividido en cuatro partes: 'Primaveral', donde desarrolla el tema del amor sexual como algo sagrado, en la línea del Cantar de los cantares;'Estival' gira en torno al amor como instinto; en 'Autumnal' el amor se canta como nostalgia y, por último, en 'Invernal' aparece un amor mundano y moderno capaz de desafiar la climatología y las estaciones ya que los amantes se refugian en -lechos abrigados… cubiertos de pieles de Astrakán-. A este libro debe que sea considerado como el creador del modernismo; escritores como Ramón María del Valle-Inclán, Antonio Machado, Leopoldo Lugones o Julio Herrera y Reissig le reconocieron como el creador e instaurador de una nueva época en la poesía en lengua española. Poema. Sus viajes por Europa y América, aclamado como gran poeta, le llevan a París y a entrar en contacto con los poetas parnasianos y simbolistas que transformarán sus concepciones poéticas: abandona el provincialismo regionalista y local por una poesía de la universalidad en la cual el poeta se siente tocado por la misión trascendente de contar al mundo -los lectores- cómo es su vida cotidiana pero a través de símbolos herméticos -metáforas y otras figuras literarias-, para lo cual recurre tanto a la naturaleza, la historia, la mitología, otras obras literarias o la ciencia, pero alejado y distante, en aras de encontrar el ideal poético. 

En Prosas profanas (1896 y 1901), obra simbolista y llena de exótica imaginería, desarrolla de nuevo el tema del amor pero ya no busca la armonía con la naturaleza sino con el arte: -me río del viento que sopla fuera- dice el poeta, y la amada se entregará a él desdeñando a hermosos galanes, pues es el Arte quien triunfa en el amor. La originalidad de Rubén Darío está en haber sabido expresar los gustos y sentimientos de su época. Canta al amor y transgrede normas sociales para conseguirlo, lo cual le culpabiliza y esta culpa también la expresa, pero no renuncia a sus fines y su placer. Formalmente creó una poesía elevada y refinada con muchos elementos decorativos y resonancias musicales; Cantos de vida y esperanza (1905) es el mejor ejemplo de ello, donde expone cómo el Arte supera a la Naturaleza, que se manifiesta a veces como un caos, y es capaz de poner orden, de restablecer la armonía divina, y como tema de fondo su preocupación por el futuro de la cultura hispana. Otra faceta de la obra rubeniana es la de poeta cívico ya que compone poemas tanto para exaltar un glorioso hecho nacional o un héroe, como para realizar una amarga censura. El canto errante (1907), un libro en el que afrontó los eternos problemas de la humanidad, es su libro, conceptualmente, más universal. En el poema 'A Colón' expresa el espanto que supuso el descubrimiento y enaltece la ingenuidad de la América indígena; en 'A Roosevelt' evalúa a latinos y anglosajones medidos por el patrón materialista de estos últimos. Aunque intentó elevar la poesía política y sacarla de los cánones retóricos complacientes, no consiguió en estos poemas una obra tan elegante como en el resto de sus composiciones.

La crítica lo atribuye a que el problema político no lo sintió realmente en su piel, era algo racional que exigía su compromiso pero que no vivía. Cae en un profundo abandono vital que le lleva a las más variadas excentricidades y bohemias y al consumo excesivo de alcohol. En 1913, se retira a la isla de Mallorca. Allí empieza a escribir La isla de oro en la que sobre todo analiza el desastre hacia el que está caminando Europa. También Canto a Argentina y otros poemas (1914), un libro dedicado a este país. En 1915, enfermo y escapando de un continente desgarrado por la I Guerra Mundial, regresó a América. Rubén Darío es un hito en las letras hispánicas. Murió en 1916 poco después de llegar a Managua.


Lírica Contemporánea

Con el vanguardisno se establece la lírica contemporánea en la que se toma una actitud de ruptura total con la poesía anterior. En sus ultimas manifestaciones hay intentos por recuperar algunas formas perdidas. Neruda junto con Vallejo y Borges, no se adaptan a una sola tendencia sino que saltan de una a otra. Surge el verso libre. A veces se altera el orden gramatical hay abuso de gerundios, por lo que la poesía es difícil de entender.



Pablo Neruda


Biografía
Pablo Neruda (1904-1973)
. Poeta chileno, considerado uno de los más importantes del siglo XX. Hijo de un ferroviario, y huérfano de madre cuando solo había vivido un mes, escribía poesía desde muy joven (el seudónimo comenzó a usarlo cuando apenas tenía dieciséis años). Gabriela Mistral lo inició en el conocimiento de los novelistas rusos, que el poeta admiró toda su vida. Su primer libro, cuyos gastos de publicación sufragó él mismo con la colaboración de amigos, fue Crepusculario (1923).


Al año siguiente, su Veinte poemas de amor y una canción desesperada se convirtió en un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó como uno de los poetas más destacados de Latinoamérica. Entre las numerosas obras que le siguieron destacan Residencia en la tierra (1933), que contiene poemas impregnados de trágica desesperación ante la visión de la existencia del hombre en un mundo que se destruye, y Canto general (1950), un poema épico-social en el que retrata a Latinoamérica desde sus orígenes precolombinos. La obra fue ilustrada por los famosos pintores mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Como obra póstuma se publicaron, en el mismo año de su fallecimiento, sus memorias, con el nombre de Confieso que he vivido. Poeta enormemente imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos, para unirse posteriormente al surrealismo y derivar, finalmente, hacia el realismo, sustituyendo la estructura tradicional de la poesía por unas formas expresivas más asequibles. Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha sido incalculable y su reputación internacional supera los límites de la lengua. En reconocimiento a su valor literario, Neruda fue incorporado al cuerpo consular chileno y, entre 1927 y 1944, representó a su país en ciudades de Asia, Latinoamérica y España. De ideas políticas izquierdistas, fue miembro del Partido Comunista chileno y senador entre 1945 y 1948. En el año 1970 fue designado candidato a la presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972, fue embajador en Francia. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura y el Premio Lenin de la Paz. Antes había obtenido el Premio Nacional de Literatura. Poema

 

La novela Romántica - María de Jorge Isaacs


La génesis de la novela María tiene tres bases: los modelos de la novela alemana romántica, la geografía del Cauca y las experiencias autobiográficas. La residencia familiar de «El Paraíso», orientada hacia el valle y las verdes colinas, le proporcionan al autor los elementos topográficos y ambientales. El autobiografismo se proyecta sobre Efraín. Este agente-narrador, lo mismo que el novelista, abandona el valle del Cauca para estudiar en un colegio bogotano. Intenta cursar Medicina, escribe poesías, trabaja en la hacienda. Se repite, además, la coincidencia de que su padre procede también de Jamaica; se convierte al catolicismo al contraer matrimonio; es creador de nuevas formas de riqueza; sufre reveses económicos; quizá pueda identificarse con el irlandés que explota minas de oro en el Chocó.


Comentarios a la obra María:
El autor cuenta cómo su padre vino muy joven a Sudamérica y se casó con la hija de un capitán de un navío español, después de adjurar del judaísmo, y establece el parentesco con María, hija del primo Salomón, nacida en Jamaica y traída al Cauca después de su orfandad. Las fuentes literarias están en el metagénero de las autobiografías sentimentales europeas. Los modelos más influyentes proceden de Pablo y Virginia, además de la estructuración general de la narración, el sentimentalismo y una serie de rasgos secundarios. Otra fuente inspiradora de la prosa del novelista colombiano es Chateaubriand. Efraín, en sus clases a María y a Emma, empleacomo libro de lectura El genio del Cristianismo, y la protagonista se identifica con el climax romántico del novelista francés: Las páginas deChateaubriand.

 
Esta sección te acercará a los planteamientos del teatro como manifestación cultural universal desde sus manifestaciones en Grecia con su tragedia, cuna de su surgimiento, pasando por la comedia hasta llegar al teatro moderno de autores ilustres.  
 

El Teatro


La palabra “teatro” reúne un conjunto de significados que van desde el edificio o lugar destinado a las representaciones de obras dramáticas, el arte de componer obras dramáticas, el escenario o escena, el conjunto de obras dramáticas de un autor, hasta la literatura dramática como género literario. Su carácter se define por el hecho de pertenecer a la vez a las artes de actuación (música y danza) y a las artes de representación mimética (pintura, cine). Se trata de un arte de la presencia viva y se fundamenta en la presencia de cuerpos humanos. Como la pintura y el cine apela a una ficción, a una ausencia, ya que estos cuerpos humanos representan personajes imaginarios, símbolos de una ausencia.
Historia:
Respecto al nacimiento de la tragedia, hay una doble naturaleza contradictoria: la tragedia tendría por un lado un origen serio, pues procedería de la evolución de los antiguos "ditirambos" o composiciones en honor de Dioniso, y, por otro lado, también procede del género satírico, lo que supone decir que tendría origen en un elemento burlón. Los seguidores de esta tesis afirman que las tragedias tuvieron su origen en los primitivos cantos que celebraban la muerte y resurrección anual de Dioniso (cuyo nombre en griego significa el dios "nacido dos veces". La inclusión de un argumento heroico, daría origen a lo que posteriormente llegaría a ser la Tragedia Clásica. Surgió por acentuación y predominio de la parte seria del teatro y por otro la comedia (cuando el elemento burlón fue el que se impuso): esa sería la razón por la que dice Aristóteles que sólo después de mucho tiempo y muchos cambios consiguió la tragedia la seriedad que la caracteriza.

El origen de la Tragedia griega debe ligarse al culto del dios Dioniso, en estrecha relación con "el mundo del culto y la fiesta". En su honor se representaron en la Grecia clásica las tragedias. En la Atenas del siglo V las representaciones, los agones o certámenes trágicos, tenían lugar en primavera, entre el 11 y el 13 del mes de "Elafebolión", con ocasión de las llamadas "Grandes Dionisias", aunque había otras fiestas Dionisíacas de menor importancia hacia diciembre o enero, con el fin de probar el nuevo vino: las "Leneas" o "Pequeñas Dionisias", en las que se hacían representaciones de comedias.

Pero era en las Grandes Dionisias o Dionisíacas donde se representaban tragedias y, sólo en segundo plano, comedias o dramas satíricos. Estas fiestas se inauguraban con una procesión, en la que un sacerdote representaba a Dionisos.

Análisis Contextual:
La parte técnica de una Tragedia tiene los siguientes elementos que la componen. La mecánica escénica de una tragedia clásica es algo compleja: por ejemplo, la línea argumental no es expuesta de forma continua, sino que se ve interrumpida por las actuaciones corales. A modo de nuestras óperas, una representación trágica en la Atenas del siglo V debía alternar cantos, música, escenografía con los recitados de actores, que también cantaban o semientonaban determinadas partes de su papel. Las unidades que integran una pieza trágica, en general, y su funcionamiento solían ser:

El Prólogo:
 Es simplemente una introducción, aunque su tratamiento varíe según los autores. Para muchos se trata no del comienzo de la acción propiamente dicha, sino la parte en que se pone al espectador en antecedentes del argumento y se explica el "conflicto" que la obra va a dramatizar.


La Párodos:
 Con ella se iniciaba realmente el desarrollo de la acción y consistía en el canto de entrada del Coro. Por los accesos laterales del teatro arriba mencionados entraba el coro y se dirigía hacia la orquestra, lugar en que permanecía toda la representación. En este primer canto solía hacerse alusión a circunstancias previas a la acción dramática y relevantes para la misma, como luego comprobaremos en el estudio detallado de Edipo Rey.

Los Episodios: Constituían los pasajes dramáticos "intercalados entre los cantos corales" y eran partes dialogadas en las que actuaban los actores. Sófocles fue el primero que introdujo tres personajes, haciéndolos coincidir en escena; entre sólo tres actores todos ellos varones (las mujeres parece que no actuaban en el teatro) se repartían todos los personajes individualizados en la obra: así en Edipo Rey el actor-Protagonista se encargaría del papel de Edipo y un Deuteragonista asumiría los de Creonte, Tiresias y el mensajero, puesto que estos no coinciden en la escena; por último, un actor-Tritagonista encarnaría el personaje de Yocasta y los papeles del sacerdote y el criado.

Los Estásimos: Eran los cantos del Coro que "sin moverse" de la orquestra ejecutaba acompañándolos en ocasiones de sonidos instrumentales y de danza. Para muchos, el coro no es propiamente un actor o personaje (aunque sí, como luego veremos, para Aristóteles, cuyas ideas, en este punto, defiende Ignacio Errandonea), sino que se situaba, en el plano dramático, a mitad de camino entre los actores y los espectadores: era espectador de la acción que en la escena los actores reproducen, pero también el Coro mismo, los Coreutas, o su director, el Corifeo, pueden entablar diálogo con los actores: a estos diálogos líricos se les denomina "Como" (en griego el término alude a la lamentación ante la muerte, y solían aparecer en los momentos de mayor importancia dramática con los que se subrayaba la acción. En cualquier caso, la misión del Coro sería la de comentar la acción dramática o la de aconsejar, o reprochar, animar o impugnar las acciones y palabras de los actores. En cuanto a las intervenciones exclusivas del Coro, su canto solía tener tres partes: la "estrofa", durante la cual los componentes danzaban hacia un lado. La "antístrofa", en la que los miembros del coro danzaban hacia el lado contrario, quedando como estaban al principio. Y el "epodo", compuesto por varios versos que se cantaban por si alguno de los del coro había quedado descolocado al hacer la estrofa o la antístrofa, y así poder alinearse.

Estas dos partes (Episodios y Estásimos) se alternaban libremente en las obras.

El Éxodo: Es el canto final del Coro mientras "sale" del teatro al finalizar la tragedia. En Edipo Reyel éxodo se reduce a la despedida del Corifeo, quien, como es frecuente en la tragedia, lo hace diciendo una frase significativa con un fin de enseñanza. 
 
Esta sección nos demuestra cómo la fusión entre escritura y evolución histórico-política comprenden una manifestación literaria de interesantes implicaciones en el devenir de los pueblos desde España hasta Venezuela recorriendo sus producciones en Hispanoamérica.

El ensayo

Español, Hispanoamericano y Venezolano

La historia y la literatura no son campos separados, al menos no tanto como tradicionalmente se ha pensado. El ensayista, ayudándose de la literatura, rescribe la historia, y asumiendo una posición crítica, la reinterpreta. Así, el género ensayístico, sin dejar de ser literario, se convierte en histórico.
 
EL ensayo español:
La Generación del 98 fue un movimiento intelectual paralelo al modernismo con el cual comenzó en España la literatura contemporánea su significación es espiritual e histórica, una reacción contra la crisis española producida por la pérdida de los últimos restos de su antiguo imperio a consecuencia de la guerra con los Estados Unidos. Azorín la bautizó así en una serie de artículos. Entre sus integrantes se cuentan Baroja, MachadoUnamuno. Esta Generación tenía preocupaciones esenciales por reencontrar la patria, puesto que compartían unos mismos elementos formativos. Revalorizan todo lo español: paisaje, arte, literatura con un lenguaje generacional similar. José Azorín y José Ortega y Gasset.
 
Ensayo Hispanoamericano:
Fragmento de la obra "Nuestra América" de José Martí
Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el cielo, que van por el aire dormido engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar.

Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados. Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos. Los que se enseñan los puños, como hermanos celosos, que quieren los dos la misma tierra, o el de casa chica, que le tiene envidia al de casa mejor, han de encajar, de modo que sean una, las dos manos. Los que, al amparo de una tradición criminal, cercenaron, con el sable tinto en la sangre de sus mismas venas, la tierra del hermano vencido, del hermano castigado más allá de sus culpas, si no quieren que les llame el pueblo ladrones, devuélvanle sus tierras al hermano.

Las deudas del honor no las cobra el honrado en dinero, a tanto por la bofetada. Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!. Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.
A los sietemesinos sólo les faltará el valor. Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás. No les alcanza al árbol difícil el brazo canijo, el brazo de uñas pintadas y pulsera, el brazo de Madrid o de París, y dicen que no se puede alcanzar el árbol. Hay que cargar los barcos de esos insectos dañinos, que le roen el hueso a la patria que los nutre. Si son parisienses o madrileños, vayan al Prado, de faroles, o vayan a Tortoni, de sorbetes. ¡Estos hijos de carpintero, que se avergüenzan de que su padre sea carpintero! ¡Estos nacidos en América, que se avergüenzan, porque llevan delantal indio, de la madre que los crió, y reniegan, ¡bribones!, de la madre enferma, y la dejan sola en el lecho de las enfermedades!.
Pues, ¿ quién es el hombre?, ¿ el que se queda con la madre, a curarle la enfermedad, o el que la pone a trabajar donde no la vean, y vive de su sustento en las tierras podridas, con el gusano de corbata, maldiciendo del seno que lo cargó, paseando el letrero de traidor en la espalda de la casaca de papel? ¡ Estos hijos de nuestra América, que han de salvarse con sus indios, y van de menos a más; estos desertores que piden fusil en los ejércitos de la América del Norte, que ahoga en sangre a sus indios, y va de más a menos! 
¡Estos delicados, que son hombres y no quieren hacer el trabajo de hombres!. Pues el Washington que les hizo esta tierra ¿se fue a vivir con los ingleses, a vivir con los ingleses en los años en que los veía venir contra su tierra propia? ¡Estos "increíbles" del honor, que lo arrastran por el suelo extranjero, como los increíbles de la Revolución francesa, danzando y relamiéndose, arrastraban las erres!.
Ni ¿en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles? De factores tan descompuestos, jamás, en menos tiempo histórico, se han creado naciones tan adelantadas y compactas. Cree el soberbio que la tierra fue hecha para servirle de pedestal, porque tiene la pluma fácil o la palabra de colores, y acusa de incapaz e irremediable a su república nativa, porque no le dan sus selvas nuevas modo continuo de ir por el mundo de gamonal famoso, guiando jacas de Persia y derramando champaña. La incapacidad no está en el país naciente, que pide formas que se le acomoden y grandeza útil, sino en los que quieren regir pueblos originales, de composición singular y violenta, con leyes heredadas de cuatro siglos de práctica libre en los Estados Unidos, de diecinueve siglos de monarquía en Francia.
Con un decreto de Hamilton no se le para la pechada al potro del llanero. Con una frase de Sieyés no se desestanca la sangre cuajada de la raza india. A lo que es, allí donde se gobierna, hay que atender para gobernar bien; y el buen gobernante en América no es el que sabe cómo se gobierna el alemán o el francés, sino el que sabe con qué elementos está hecho su país, y cómo puede ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos e instituciones nacidas del país mismo, a aquel estado apetecible donde cada hombre se conoce y ejerce, y disfrutan todos de la abundancia que la Naturaleza puso para todos en el pueblo que fecundan con su trabajo y defienden con sus vidas.

El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma del gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país.

Por eso el libro importado ha sido vencido en América por el hombre natural. Los hombres naturales han vencido a los letrados artificiales. El mestizo autóctono ha vencido al criollo exótico. No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza. El hombre natural es bueno, y acata y premia la inteligencia superior, mientras ésta no se vale de su sumisión para dañarle, o le ofende prescindiendo de él, que es cosa que no perdona el hombre natural, dispuesto a recobrar por la fuerza el respeto de quien le hiere la susceptibilidad o le perjudica el interés. Por esta conformidad con los elementos naturales desdeñados han subido los tiranos de América al poder; y han caído en cuanto les hicieron traición. Las repúblicas han purgado en las tiranías su incapacidad para conocer los elementos verdaderos del país, derivar de ellos la forma de gobierno y gobernar con ellos. Gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador.
 
Fragmento de la obra "Ariel" de José Enrique Rodó
En Ariel hay la necesidad de que cada generación entre a la vida activa con un programa propio. Se declara la belleza moral de la juventud; su papel en la vida de las sociedades. Se concluye cómo los pueblos más fuertes y gloriosos son los que reúnen las condiciones propias de la juventud. Hace reminiscencias con el ejemplo de Grecia. Declara la necesidad de la fe en la vida y expone qué ésta no debe confundirse con un optimismo cándido. Como corolario el Ariel expresa que América necesita de su juventud.
Ariel
Junto a la estatua que habéis visto presidir, cada tarde, nuestros coloquios de amigos, en los que he procurado despojar a la enseñanza de toda ingrata austeridad, voy a hablaros de nuevo, para que sea nuestra despedida como el sello estampado en un convenio de sentimientos y de ideas.
Invoco a ARIEL como mi numen. Quisiera para mi palabra la más suave y persuasiva unción que ella haya tenido jamás. Pienso que hablar a la juventud sobre nobles y elevados motivos, cualesquiera que sean, es un género de oratoria sagrada. Pienso también que el espíritu de la juventud es un terreno generoso donde la simiente de una palabra oportuna suele rendir, en corto tiempo, los frutos de una inmortal vegetación.

Anhelo colaborar en una página del programa que, al prepararos a respirar el aire libre de la acción, formularéis, sin duda, en la intimidad de vuestro espíritu, para ceñir a él vuestra personalidad moral y vuestro esfuerzo. Este programa propio -que algunas veces se formula y escribe; que se reserva otras para ser revelado en el mismo transcurso de la acción- no falta nunca en el espíritu de las agrupaciones y los pueblos que son algo más que muchedumbres. Si con relación a la escuela de la voluntad individual, pudo Goethe decir profundamente que sólo es digno de la libertad y la vida quien es capaz de conquistarlas día a día para sí, con tanta más razón podría decirse que el honor de cada generación humana exige que ella se conquiste, por la perseverante actividad de su pensamiento, por el esfuerzo propio, su fe en determinada manifestación del ideal y su puesto en la evolución de las ideas.
Al conquistar los vuestros, debéis empezar por reconocer un primer objeto de fe en vosotros mismos. La juventud que vivís es una fuerza de cuya aplicación sois los obreros y un tesoro de cuya inversión sois responsables. Amad ese tesoro y esa fuerza; haced que el altivo sentimiento de su posesión permanezca ardiente y eficaz en vosotros. Yo os digo con Renan: «La juventud es el descubrimiento de un horizonte inmenso, que es la Vida». El descubrimiento que revela las tierras ignoradas necesita completarse con el esfuerzo viril que las sojuzga.
Y ningún otro espectáculo puede imaginarse más propio para cautivar a un tiempo el interés del pensador y el entusiasmo del artista, que el que presenta una generación humana que marcha al encuentro del futuro, vibrante con la impaciencia de la acción, alta la frente, en la sonrisa un altanero desdén del desengaño, colmada el alma por dulces y remotos mirajes que derraman en ella misteriosos estímulos, como las visiones de Cipango y El Dorado en las crónicas heroicas de los conquistadores.

Del renacer de las esperanzas humanas; de las promesas que fían eternamente al porvenir la realidad de lo mejor, adquiere su belleza el alma que se entreabre al soplo de la vida; dulce e inefable belleza, compuesta, como lo estaba la del amanecer para el poeta de Las Contemplaciones, de un «vestigio de sueño y un principio de pensamiento».
La humanidad, renovando de generación en generación su activa esperanza y su ansiosa fe en un ideal al través de la dura experiencia de los siglos, hacia pensar a Guyau en la obsesión de aquella pobre enajenada cuya extraña y conmovedora locura consistía en creer llegado, constantemente, el día de sus bodas. Juguete de su ensueño, ella ceñía cada mañana a su frente pálida corona de desposada y suspendía de su cabeza el velo nupcial.  

Con una dulce sonrisa, disponíase luego a recibir al prometido ilusorio, hasta que las sombras de la tarde, tras el vano esperar, traían la decepción a su alma. Entonces, tomaba un melancólico tinte su locura. Pero su ingenua confianza reaparecía con la aurora siguiente; y ya sin el recuerdo del desencanto pasado, murmurando: Es hoy cuando vendrá, volvía a ceñirse la corona y el velo y a sonreír en espera del prometido.
La juventud, que así significa en el alma de los individuos y de las generaciones, luz, amor, energía, existe y lo significa también en el proceso evolutivo de las sociedades. De los pueblos que sienten y consideran la vida como vosotros, serán siempre la fecundidad, la fuerza, el dominio del porvenir. Hubo una vez en que los atributos de la juventud humana se hicieron, más que en ninguna otra, los atributos de un pueblo, los caracteres de una civilización, y en que un soplo de adolescencia encantadora pasó rozando la frente serena de una raza. Cuando Grecia nació, los dioses le regalaron el secreto de su juventud inextinguible. Grecia es el alma joven. «Aquel que en Delfos contemplaba la apiñada muchedumbre de los jonios -dice uno de los himnos homéricos- se imagina que ellos no han de envejecer jamás». Grecia hizo grandes cosas porque tuvo, de la juventud, la alegría, que es el ambiente de la acción, y el entusiasmo, que es la palanca omnipotente.
Comentario de una obra Fragmento_ Nunca más de Ernesto Sábato
Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda, fenómeno que ha ocurrido en muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante largos años debió sufrir la despiadada acción de las formaciones fascistas, de las Brigadas Rojas y de grupos similares. Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios del derecho para combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales ordinarios, ofreciendo a los acusados todas las garantías de la defensa en juicio; y en ocasión del secuestro de Aldo Moro.

Cuando un miembro de los servicios de seguridad le propuso al General Della Chiesa torturar a un detenido que parecía saber mucho, le respondió con palabras memorables: "Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura". 

No fue de esta manera en nuestro país: a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, porque desde el 24 de marzo de 1976 contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de seres humanos.
Nuestra Comisión no fue instituida para juzgar, pues para eso están los jueces constitucionales, sino para indagar la suerte de los desaparecidos en el curso de estos años aciagos de la vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de declaraciones y testimonios, de haber verificado o determinado la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención y de acumular más de cincuenta mil páginas documentales, tenemos la certidumbre de que la dictadura militar produjo la más grande tragedia de nuestra historia, y la más salvaje.
Y si bien debemos esperar de la justicia la palabra definitiva, no podemos callar ante lo que hemos oído, leído y registrado; todo lo cual va mucho más allá de lo que pueda considerarse como delictivo para alcanzar la tenebrosa categoría de crímenes de lesa humanidad. Con la técnica de la desaparición y sus consecuencias, todos los principios éticos que las grandes religiones y las más elevadas filosofías erigieron a lo largo de milenios de sufrimientos y calamidades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos.


Son muchísimos los pronunciamientos sobre los sagrados derechos de la persona a través de la historia y, en nuestro tiempo, desde los que consagró la Revolución Francesa hasta los estipulados en las Cartas Universales de Derechos Humanos y en las grandes encíclicas de este siglo. Todas las naciones civilizadas, incluyendo la nuestra propia, estatuyeron en sus constituciones garantías que jamás pueden suspenderse, ni aun en los más catastróficos estados de emergencia: el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, el derecho a proceso; el derecho a no sufrir condiciones inhumanas de detención, negación de la justicia o ejecución sumaria. 

De la enorme documentación recogida se infiere que los derechos humanos fueron violados en forma orgánica y estatal por la represión de las Fuerzas Armadas. Y no violados de manera esporádica sino sistemática, de manera siempre la misma, con similares secuestros e idénticos tormentos en toda la extensión del territorio. ¿Cómo no atribuirlo a una metodología del terror planificada por los altos mandos? ¿Cómo podrían haber sido cometidos por perversos que actuaban por su sola cuenta bajo un régimen rigurosamente militar, con todos los poderes y medios de información que esto supone? ¿Cómo puede hablarse de "excesos individuales"? De nuestra información surge que esta tecnología del infierno fue llevada a cabo por sádicos pero regimentados ejecutores. Si nuestras inferencias no bastaran, ahí estan las palabras de despedida pronunciadas en la Junta Interamericana de Defensa por el jefe de la delegación argentina, General Santiago Omar Riveros, el 24 de enero de 1980: "Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con órdenes escritas de los Comandos Superiores".

Comentario de la obra - Fragmento
 "Todos santos días de muertos" por Octavio Paz

La muerte, es un espejo que refleja las vanas gesticulaciones de la vida. Toda esa abigarrada confusión de actos, omisiones, arrepentimientos y tentativas -obras y sobras- que es cada vida, encuentra en la muerte, ya que no sentido o explicación, fin. Frente a ella nuestra vida se dibuja e inmoviliza. Antes de desmoronarse y hundirse en la nada, se esculpe y vuelve forma inmutable: ya no cambiaremos sino para desaparecer.

Nuestra muerte ilumina nuestra vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo nuestra vida. Por eso cuando alguien muere de manera violenta, solemos decir: “se la buscó”. Y es cierto, cada quien tiene la muerte que se busca, la muerte que se hace.
 

Muerte de cristiano o muerte de perro son maneras de morir que reflejan maneras de vivir. Si la muerte nos traiciona y morimos de mala manera, todos se lamentan: hay que morir como se vive. La muerte es intransferible, como la vida. Si no morimos como vivimos es porque realmente no fue nuestra la vida que vivimos: no nos pertenecía como no nos pertenece la mala suerte que nos mata. Dime cómo mueres y te diré quién eres.

Piramide Azteca
Para los antiguos mexicanos la oposición entre muerte y vida no era tan absoluta como para nosotros. La vida se prolongaba en la muerte. Y a la inversa. La muerte no era el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección eran estadios de un proceso cósmico, que se repetía insaciable. La vida no tenía función más alta que desembocar en la muerte, su contrario y complemento; y la muerte, a su vez, no era un fin en sí; el hombre alimentaba con su muerte la voracidad de la vida, siempre insatisfecha. El sacrificio poseía un doble objeto: por una parte, el hombre accedía al proceso creador (pagando a los dioses, simultáneamente, la deuda contraída por la especie); por la otra, alimentaba la vida cósmica y la social, que se nutría de la primera.
Posiblemente el rasgo más característico de esta concepción es el sentido impersonal del sacrificio. Del mismo modo que su vida no les pertenecía, su muerte carecía de todo propósito personal. Los muertos -incluso los guerreros caídos en el combate y las mujeres muertas en el parto, compañeros de Huitzilopochtli, el dios solar- desaparecían al cabo de algún tiempo, ya para volver al país indiferenciado de las sombras, ya para fundirse al aire, a la tierra, al fuego, a la sustancia animadora del universo. Nuestros antepasados indígenas no creían que su muerte les pertenecía, como jamás pensaron que su vida fuese realmente “su vida”, en el sentido cristiano de la palabra. Todo se conjugaba para determinar, desde el nacimiento, la vida y la muerte de cada hombre, la clase social, el año, el lugar, el día, la hora. El azteca era tan poco responsable de sus actos como de su muerte.
Huitzilopochtli

Espacio y tiempo estaban ligados y formaban una unidad inseparable. A cada espacio, a cada uno de los puntos cardinales, y al centro en que se inmovilizaban, correspondía un “tiempo” particular. Y este complejo de espacio-tiempo poseía virtudes y poderes propios, que influían y determinaban profundamente la vida humana. Nacer un día cualquiera, era pertenecer a un espacio, a un tiempo, a un color y a un destino. Todo estaba previamente trazado. En tanto que nosotros disociamos espacio y tiempo, meros escenarios que atraviesan nuestras vidas, para ellos había tantos “espacios-tiempos” como combinaciones poseía el calendario sacerdotal. Y cada uno estaba dotado de una significación cualitativa particular, superior a la voluntad humana.

Quetzalcóatl
Religión y destino regían su vida, como moral y libertad presiden la nuestra. Mientras nosotros vivimos bajo el signo de la libertad y todo -aun la fatalidad griega y la gracia de los teólogos- es elección y lucha, para los aztecas el problema se reducía a investigar la no siempre clara voluntad de los dioses. De ahí la importancia de las prácticas adivinatorias. Los únicos libres eran los dioses. Ellos podían escoger -y, por lo tanto, en un sentido profundo, pecar-. La religión azteca está llena de grandes dioses pecadores - Quetzalcóatl, como ejemplo máximo-, dioses que desfallecen y pueden abandonar a sus creyentes, del mismo modo que los cristianos reniegan a veces de su Dios. La conquista de México sería inexplicable sin la traición de los dioses, que reniegan de su pueblo.
El advenimiento del catolicismo modifica radicalmente esta situación. El sacrificio y la idea de salvación que antes eran colectivos, se vuelven personales. La libertad se humaniza, encarna en los hombres. Para los antiguos aztecas lo esencial era asegurar la continuidad de la creación; el sacrificio no entrañaba la salvación ultraterrena, sino la salud cósmica; el mundo, y no el individuo, vivía gracias a la sangre y la muerte de los hombres. Para los cristianos, el individuo es lo que cuenta. El mundo -la historia, la sociedad- está condenado de antemano. La muerte de Cristo salva a cada hombre en particular. Cada uno de nosotros es el Hombre y en cada uno están depositadas las esperanzas y posibilidades de la especie. La redención es obra personal.
Cuidad de Mexico

Ambas actitudes, por más opuestas que nos parezcan, poseen una nota común: la vida, colectiva o individual, está abierta a la perspectiva de una muerte que es, a su modo, una nueva vida. La vida sólo se justifica y trasciende cuando se realiza en la muerte. Y ésta también es trascendencia, más allá, puesto que consiste en una nueva vida.
 


Comentario a la obra "De la Conquista a la Independencia" por Mariano Picón Salas
Es un examen del proceso cultural en las sociedades del Nuevo Mundo, un diagnóstico de la nueva realidad que busca el equilibrio entre:"el hispanismo jactancioso y el indigenismo que quería volver a 
la pre-historia" que es como Picón-Salas define los antagonismos que distancian una u otra tesis. A la leyenda "negra" que difunden los adversarios políticos de España y a la leyenda "dorada" de los ingenuos. A la América Latina había que verla como una realidad nueva y distinta, sin prejuicios, sin arrogancias, escapando en lo posible de las trampas de uno y otro bando. Sin dejar de llamar a las cosas por su nombre, pero nombrándolas de manera tan ponderada como fuera posible, opina Consalvi.

De la Conquista estudia las complejidades del proceso cultural en la historia de América hispánica: la historia, realmente, de su formación, que se extiende a lo largo de trescientos (300) años, el proceso de transculturización más vasto y significativo que se haya llevado a cabo. Picón-Salas lo analiza y juzga con la profundidad y con la gracia de un estilo poco comunes, con el conocimiento teórico de muchas otras culturas y, sobre todo, con la comprensión intelectual que le permitió establecer equilibrados juicios sobre fenómenos en donde muchos otros encontraban sólo posiciones intransigentes, fanatismos o dogmas, igualmente iconoclastas. Picón-Salas echó las bases de una comprensión ponderada y racional de esos trescientos años, de los siglos XVI, XVII y XVIII, en páginas tan espléndidas como eruditas. Con este ensayo de interpretación Picón-Salas se propuso responder a varias interrogantes: cómo se forma la cultura hispanoamericana y qué factores o ingredientes espirituales desembocan o confluyen en ella, qué formas o ideas llegan del mundo europeo y, cómo se modifican al contacto americano y cuáles, finalmente brotan del espíritu mestizo.
 
Comentarios de la obra de Arturo Uslar Pietri

Mario Vargas Llosa: "Lo considero como uno de los escritores más valiosos de este siglo para la cultura latinoamericana. Como novelista, historiador, ensayista y periodista ha producido una obra muy vasta de creación y divulgación que ha tenido una enorme audiencia en todos los países de lengua española. Hay que recordar que la novela de Uslar Pietri Las Lanzas Coloradas, abrió la puerta para lo que sería luego el reconocimiento de la novela latinoamericana en todo el mundo."  
 

Pedro Berroeta: "Su obra es tan multiple, tan rica y variada, que uno se topa con ella en todos los caminos de la cultura. Por eso, al escribir una vez sobre él, lo llamé, con asombrado regocijo: el inevitable Uslar". 

Jorge Luis Borges: "Presentar a Arturo Uslar Pietri es presentar a muchos hombres, porque nuestro huésped puede decir como Walt Whitman, el escritor americano por antonomasia: soy amplio y contengo muchedumbres..."
 
Miguel Otero Silva: "Hace más de veinte años dije yo una frase que ha sido citada en muchas ocasiones sin decir que fue mía: Arturo Uslar Pietri es la inteligencia mejor organizada de nuestra generación. Si alguien me preguntara ahora si deseaba rectificar ese concepto, respondería que a lo que estoy dispuesto es a emplearlo de este modo: Arturo Uslar Pietri es la inteligencia mejor organizada y mejor amueblada del todo el siglo XX venezolano".

Neoclasicismo-Andrés Bello

El Neoclasicismo es un movimiento cultural y artístico de origen francés basado en la razón. Se dejaba llevar por las reglas y lo racional. Sumamente influenciado por las ideas ilustradas. Para los intelectuales americanos de la época lo que estaba planteado era darle independencia política al Nuevo Mundo, para que pudiera crear sus instituciones libres, incorporarse a la obra universal de la creación de una humanidad mejor y dar al espíritu, al arte y a las ciencias el aporte insustituible del pensamiento y la sensibilidad del ser americano. Para esa inmensa empresa de creación de todo un mundo, la olvidada y pobre Venezuela de 1810 delega y presenta a los dos grandes hombres que estaban llamados a emprenderla y adelantarla en grado heroico y definitivo: Bolívar y Bello.


Contexto Histórico:
Según Arturo Uslar Pietri en el discurso pronunciado en el Palacio de las Academias en un aniversario de la muerte de Don Andrés Bello el eminente profesor :“Había salido cincuenta y cinco años antes del valle risueño donde emboza su doble cima el Ávila entre nubes, en la madurez de la treintena, mirado por contemporáneos y mayores, casi desde la adolescencia, como el más culto, el más universal, el más penetrante de los venezolanos de su día. Iba con la misión auroral de anunciar y recabar para la Independencia recién nacida el respeto y la benevolencia de la Inglaterra señora de océanos, fundadora de parlamentos y maestra de poetas.


Andres Bello


Fueron los veinte años de Londres, los treinta y cinco de Chile, el medio siglo largo de empeñosa y creadora existencia, en el que, en toda la variada extensión de las Humanidades señaló la presencia nueva y marcó los rumbos de la comunidad cultural y del destino propio de los pueblos hispánicos de América. Uslar expresa que: “Tal vez, como diría Juan Vicente González, acongojado y enardecido: "Salvóse el Néstor de las letras de la gloria del martirio"; acaso Chile pudo ofrecerle la paz, el respeto y el ambiente que su propia tierra agitada no podía brindarle, para que realizase a plenitud y sin trabas la enorme obra de creación y enseñanza, que ante el presente doloroso podía echar las bases de un futuro de laboriosa y segura grandeza”. Que zarpó de La Guaira en junio de 1810 llevaba mucho más que los encargados de gestionar los asuntos de la Junta recién instalada ante la Corte de Saint James. Llevaba, sin que nadie pudiera adivinarlo, la máxima representación histórica de la América Hispana ante el universo y ante la posteridad.


Esclavitud
Durante tres siglos de silenciosa confrontación, encuentro y trabajo, se creó un Nuevo Mundo en las vastedades del continente americano. Surgió una sociedad, una cultura, una conciencia que ya no era ni podía ser la de los españoles que habían venido a la aventura de la conquista, ni la de los indios aislados y prisioneros de sus hieráticos y sangrientos despotismos, ni la que los negros encadenados y humillados habían dejado en las selvas de África. Un mundo que iba a mezclar y combinar sus contrarias herencias para crear expresiones y actitudes nuevas. Que iba a hacer suya, por mucho más que la pasiva adopción, la lengua de los castellanos, la religión de Roma, el legado cultural del Mediterráneo, la naturaleza de cordilleras, amazonías, llanuras y costas nuevas,
el sentido telúrico del indio y la sensibilidad 
mágica del negro.

El gran ser físico y cultural nacido del mestizaje americano se desperezaba y erguía en las fachadas de las catedrales barrocas, en las tareas de mitayos y esclavos, en el gran crisol vivo de las casas de las haciendas y las plazas de las villas, en el corrido popular, en la cocina, en el acento, en las nuevas voces, en los nuevos trabajos, en el acomodamiento con la inmensidad natural. Ese nuevo ser, hijo y hacedor de ese Nuevo Mundo, empieza a tener conciencia de su individualidad cuando el siglo XVIII concluye entre tertulias de conspiradores, libros secretos y herejías políticas y religiosas. Adivina y siente que es distinto y que ha de tener un destino propio.

Están en el ambiente de cada día los temas que van a ser formulados y las tareas creadoras que habrán de realizar para no seguir siendo meros establecimientos dependientes y pasivos. Sienten ya que son como "un pequeño género humano" aunque no hayan tenido todavía quien lo haya expresado, saben que son "viejos en los usos de la sociedad civil" pero que les falta la experiencia del Gobierno propio, comprenden que ya es llegada la hora de ensayar con más libertad y osadía los instrumentos de creación cultural y de hacer en las comunidades de América y para ellas, lo que un Virgilio hizo para los antiguos romanos. Ha llegado la hora de atreverse a invitar a la Poesía a abandonar a la vetusta Europa para venir a las playas americanas a otro cielo, a otro mundo, a otras gentes". 
 


Comentarios a la obra:

En la época en que vivió Andrés Bello lo prioritario era mover el pueblo de las Américas para el logro desesperado de la Independencia, entonces había que ganar los combates en páramos, esteros y selvas, había que crear los nuevos Estados y sus instituciones, había que darle un proyecto, un destino y un sentido a la revolución, había que hacer libre, ilustrada y soberana la patria de los americanos. Esa fue la empresa de Bolívar: la acción dirigida por el pensamiento, hacia la creación en el ámbito del Imperio Español de una comunidad civilizada, independiente y poderosa de naciones que pudieran ser "la esperanza del Universo".


Simón Bolívar


Pero había también, que salvar y labrar el patrimonio cultural recibido del pasado, incorporar las nuevas naciones no sólo a la dignidad de la soberanía, sino a la labor de la continuidad de la civilización, tomar parte ilustrada en el quehacer humano del presente y el futuro y alzar "ante el atónito Occidente" en las ciencias, las artes y las letras, las credenciales al reconocimiento de igualdad de las nuevas patrias.

Los logros de Bello:
1.-
 Se dedicó a recoger la cultura barroca y neoclásica de las Indias de Carlos IV.
2.- Se familiarizó con el latín al traducir las églogas de Virgilio.
3.- A los dieciocho años había acompañado por las calles y por los campos de Caracas a Alejandro de Humboldt. Allí le fue revelado el sentido de la unidad de la vida natural, cómo los animales, las plantas, la tierra y los climas están indisolublemente unidos en una profunda y poderosa armonía.


Londres


4.- En los años de Londres su actividad estudiosa se divide en dos vías paralelas: ponerse al tanto de las novedades científicas y literarias del momento y aprovechar los invalorables repositorios del Museo Británico para ahondar en el pasado del alma hispánica y del mundo occidental.
5.- Tradujo las obras de Byron, y estudia el Poema del Cid.
6.- Mostró empeño en reunir ciencia y conocimiento para decirle a los pueblos hispanoamericanos de dónde venían, con cuáles recursos contaban y presentarles el panorama del mundo en que les tocaba afirmarse y actuar. 
7.- Crea el vasto poema capital América en que describe la tierra y la naturaleza, de la vida y las labores del criollo, de las ciudades y los campos, de las gloriosas luchas por la independencia, del pasado indígena y colonial y de las fecundas y pacíficas tareas del porvenir.


8.-
 Escribe parte de América en Alocución a la poesía y Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida.
9.- 
Dice para todo el siglo lo que debe ser nuestra Universidad.
10.- En agosto de 1492, publica Antonio de Nebrija su Gramática de la Lengua Castellana. Andrés Bello


Características del Neoclasicismo:
1.-
La finalidad del periodo neoclásico es didáctica. Los autores y escritores de la época, mediante sus obras, se dedicaban a educar al lector. Para esto utilizaban sucesos cotidianos como ejemplo, siempre con una moraleja. Esto comúnmente se daba en un tono crítico donde se mostraban las faltas de algo en particular, para que el lector no cometa los mismos errores del protagonista.
2.-El lenguaje en este movimiento se caracterizó por su forma simple y cotidiana. Esto contrastaba grandemente con lo rebuscado del lenguaje en el Barroco, donde abundaban complejas metáforas y otros recursos. Además este lenguaje simple facilitaba la identificación del lector con la obra.


Felipe V


Reglas del arte neoclásico:
a)
 Verosimilitud - evitar lo fantástico o increíble.
b) Universalidad - evitar lo particular y típico.
c) Unidad de estilo: evitar mezclar el verso con la prosa, lo cómico con lo trágico, lo elevado con lo vulgar.
d) Finalidad moral o educativa (didáctica) - educar al público.
e) Deberán cumplir con las tres unidades clásicas de tiempo, lugar y acción.

El neoclasicismo se impuso en gran parte de Europa y en España, donde desde 1701 reinó Felipe V, miembro de la dinastía francesa de los Borbones. Hubo un afrancesamiento del estilo de vida de las clases altas españolas. Surge en España la Real Academia Española (1713), la Academia Francesa, La Biblioteca Nacional (1712), y la Real Academia de la Historia (1738). A pesar del afrancesamiento, no se logró apagar los temas y orientaciones estéticas nacionales.

La estructura del drama del neoclasicismo se caracterizaba principalmente por las unidades de tiempo, lugar y acción. Una sola acción, menos de 24 horas, un sólo lugar. La verosimilitud era otra de sus características = todo creíble y normal. El estilo NO podía mezclar la comedia con la tragedia, el verso con la prosa, ni lo elevado con lo familiar. Universalidad - aplica sin importar tiempo ni lugar. También se caracterizaba por su finalidad didáctica.


Independencia de Venezuela
Literatura de la Independencia:
1. Independencia (orígenes del movimiento):

La Independencia de América hispana (1810-1832), la Revolución Francesa (1789) y la Independencia de E.E.U.U. (1776-1783) marcan el inicio de la política moderna en el mundo occidental. Animadas por las ideas que afirmaban que la soberanía residía en el pueblo y que los hombres, por derecho natural, eran libres e iguales, líderes como Bolívar, Sucre, San Martín e Hidalgo guiaron un vasto movimiento de emancipación política. Entre 1810 y 1825 se libraron las principales batallas que sellaron la Independencia de América. En la literatura se exaltaban a los héroes y a sus hechos heroicos y se aplicaban a la contemplación y la descripción de la naturaleza americana.

2. Literatura comprometida:

Prosa:
 Durante los años de lucha se escribió una literatura comprometida con los ideales de la libertad política. Los géneros eran discursos políticos y militares, artículos periodísticos y folletos de propaganda, entre otros. El más prominente de estos escritores lo fue Simón Bolívar, otro fue José Cecilio del Valle.

Poesía: Se puso también al servicio de la causa. Se escribieron himnos patrióticos y odas. Los poetas más destacados fueron: José Joaquín de Olmedo -ecuatoriano-, Andrés Bello -venezolano-, José María Heredia -cubano-. Se ha dicho que la poesía en este período es neoclásica, por su forma, y romántica, por el contenido. Se usó la silva para componer (versos heptasílabos y endecasílabos que riman a gusto del poeta, siempre y cuando más de tres versos no repitan consecutivamente la misma rima ni queden libres o sueltos.

 


Vanguardismo

Aunque la tendencia social en literatura predomina hasta bien entrada la cuarta década del siglo, hacia 1930 en Hispanoamérica, van surgiendo nuevas corrientes expresivas así aparece el vanguardismo. En las corrientes vanguardistas se rechaza el criterio documental o realista de la novela regionalista y se asimilan tendencias procedentes de los experimentos líricos de los escritores de Europa. Con el advenimiento del Romanticismo, que surgió como impulso opuesto al neoclasicismo, marcó la radical ruptura con las reglas clásicas. En esos momentos se empieza a reconocer la estrechez de los tres géneros tradicionales (épico, lírico y dramático) que no alcanzan a explicar la naturaleza de los nuevos y cambiantes textos -y sus interacciones cada vez más arriesgadas- que se instauran como clasificaciones más eficaces; los de poesía cuento, novela testimonio, canción.


1.-La narrativa vanguardista traslada su escenario al ámbito urbano o cosmopolita.

2.-Se orienta hacia la indagación del yo, especialmente estimulada por los descubrimientos de la psicología moderna con la importancia dada al subconsciente por el psicoanálisis.

3.-Sigue corrientes filosóficas como el existencialismo que analizan la situación del ser humano en un mundo absurdo y angustiante.

4.-En el plano formal, incorpora los recursos renovadores de los grandes maestros de la narrativa contemporánea (William Faulkner, James JoyceKafka, Virginia Wolf y Marcel Proust).

5.-En Latinoamérica -sin olvidar la labor de pioneros realizada por autores como Miguel Ángel Asturias, Agustín Yánez, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier, Ernesto Sábato. 
Ver: Novela Hispanoamericana
La literatura, en la década de los sesentas, salta al plano universal con el surgimiento y consolidación del boom: Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa. Con estos y otros nombres asistimos al alzamiento de la novelística latinoamericana, en pie de igualdad, con las demás literaturas del mundo.

6.-Sus temas son universales, con estructura novedosa y contenidos que van de lo personal a lo fantástico que irrumpen en la narrativa.

7.-La preocupación de los autores no es solamente estilística; se interesan en crear nuevas estructuras y hay un gran afán experimental.

8.-Aparecen tratamientos nuevos del lenguaje.

9.-Surgen juegos con el tiempo y con el espacio.

10.-Se da expresión a los problemas intelectuales del hombre y se escudriña la infraconciencia humana.

11.-Lo telúrico puede seguir presentándose pero se le da un tratamiento diferente al tradicional (énfasis en los conflictos anímicos, presencia de matices surrealistas, presentaciones cubistas, influjo cinematográfico, etc.).


Gabriel García Márquez

Comentarios acerca del movimiento vanguardista:
Según apunta Ramírez Mercado (Anderson, 1997) con referencia a los escritores centroamericanos, se buscó rescatar la literatura de su carácter “fragmentario, provincial y entendible sólo de fronteras para adentro”.
Para Veiravé, (Anderson, 1997) “a veces surgen los personajes en escenarios locales, pero los conflictos con el medio natural desaparecen y son sustituidos por los conflictos profundos del individuo en un terreno más abstracto, hecho de especulaciones intelectuales, metafísicas o sociales, elevadas a la categoría de mito, símbolo o interpretación de la crisis social que expresan las contradicciones de la existencia en el mundo actual”.


Por su importancia para entender la narrativa hispanoamericana de las últimas décadas del siglo XX es importante precisar los términos de "realismo mágico" y "real maravilloso". La primera denominación fue empleada por Franz Roh para referirse a la época posimpresionista europea iniciada hacia 1920. La segunda alcanzó difusión a partir del prólogo de El reino de este mundo (1949) de Alejo Carpentier.


Diferencias entre Realismo Mágico y Lo real maravilloso:

Contrariamente a lo que se cree, el realismo mágico nunca trata de lo sobrenatural que sí es pertinente cuando se habla de literatura fantástica. Realismo Mágico. Por su parte, lo real maravilloso liga con una fuerte tradición folklórica, con la vida rural en donde la sociedad no es totalmente racional ni realista. Capta la magia o el sentido mágico de la vida. Una forma de atrapar hechos o situaciones en ámbitos en donde la magia es parte integrante de la realidad. El realismo maravilloso se caracteriza por la exaltación del autor en contraste con la discreción y la moderación de los autores mágico-realistas. El lenguaje de los realistasmaravillosos tiende a ser muy poético y complejo.

Miguel Ángel Asturias aplica el término realismo mágico a su obra (el proceso de mitificación de la naturaleza que se observa en la concepción mágica del mundo indígena) y Ángel Valbuena Briones los equipara con la literatura fantástica argentina. Juan Lovelock los emplea indistintamente; igual hace Luis Leal quien, además, los asimila con la literatura fantástica.

Anderson Imbert, E. (1997). "El 'Realismo mágico' en la ficción hispanoamericana", en: J. Skirius. El ensayo hispanoamericano del siglo XX,México: Fondo de Cultura Económica, pp.347-358.
Seymour Menton precisa: “El realismo mágico es la visión de la realidad diaria de un modo objetivo, estático y ultrapreciso, a veces estereoscópico, con la introducción poco enfática de algún elemento inesperado o improbable que crea un efecto raro o extraño que deja desconcertado, aturdido o asombrado al observador en el museo o al lector en su butaca”.
Tomado de: . Menton, s. (1998). Historia verdadera del realismo mágico,México: Fondo de Cultura Económica, p.20.

 

El realismo social:
Frente a la literatura del primer tercio del siglo, que sólo respondía a la crisis social con planteamientos predominantemente individualistas, surgen preocupaciones por la relación arte-sociedad. Se considera que, mediante recursos estéticos, la realidad social ha de discutirse y tratar de comprenderse. Inclusive, intentar transformarse. Lo que los críticos llamarán literatura comprometida (engagée para emplear el término francés). Con frecuencia, el escritor -simpatizante o miembro de los movimientos políticos de izquierda- plantea y resuelve los conflictos dentro de las tesis marxistas de interpretación social.

Grupo de Trabajo


Como apunta Jauralde Pou, la literatura (...) refleja inequívocamente lo que se suele llamar la 'cuestión social', o bien como preocupación o bien como propaganda dirigida en cualquier sentido: para restablecer la jerarquía social amenazada, para intentar derrocarla. Es entonces cuando podemos hablar de 'concepto dialéctico de la obra literaria'. Para explicar este último, cita a Pablo Gil Casado: La piedra angular del procedimiento artístico es el concepto dialéctico de la realidad. Por vía dialéctica se llega a la comprensión de las leyes que rigen el devenir, a la interpretación dinámica del tiempo y del hombre, al verdadero entendimiento de la realidad social. El verdadero escritor social sigue el método dialéctico (aunque no sepa lo que es la dialéctica) cuando refleja las relaciones humanas, la injusticia, la desigualdad que existe en la sociedad, o sea toda esa problemática rica en conexiones y contradicciones. La teoría dialéctica es de vital importancia para comprender la estética del realismo social.

Tomado de: Jauralde Pou, P. (1985). Literatura contemporánea , Madrid: Editorial Noguer, p.116.)Como es fácil suponer, predomina el relato de ambiente urbano con personajes proletarios, burócratas o marginados. 


Vicente Gerbas

Biografía:
Vicente Gerbasi: (1913-1992)

Nació en el año 1913 en Canoabo, una pequeña población del Estado de Carabobo, en la zona central del norte de Venezuela, cuyo paisaje ha estado siempre luminosamente reflejado en su verso. En Caracas y hacia 1940 se vinculó a los poetas que integraron el grupo Viernes. Se sintieron esos jóvenes poderosamente atraídos por diversos ejemplos de la llamada Generación del 27. A tal influencia española se juntó la de otros poetas como los chilenos Vicente Huidobro, Pablo Neruda y Rosamel del Valle. Todavía no se escuchaba en su profunda dimensión la voz de César Vallejo, muerto en el exilio parisiense un poco antes, en 1938.


La poesía de Vicente Gerbasi se inició, temprana, con un libro de 1937: Vigilia del náufrago. Desde entonces ha sido constante, hasta hoy, su escritura poética. Ha sido frecuente y, a la vez, cálida, resplandeciente, alucinada. La inicial y prolongada lectura de románticos alemanes la hizo ser a la par lúcida y sonámbula. Y armoniosa, sin demasías ni turbulencias. 

Su perpetuo asombro ante la naturaleza lo atempera, coincidente, el sentimiento de la soledad y de la intimidad del hombre que la escribe. La palabra y la contemplación visionaria siguen mostrándonos, hasta en sus más recientes creaciones, la rara virtud de la hondura y la transparencia juntas. Vivió en Colombia entre 1946 y 1947 como agregado de Asuntos Culturales de la embajada de su patria. Después iba a ascender al rango de embajador ante países de varios continentes. Pero el ejercicio de esas misiones no aminoró el fervor por el trabajo poético y fueron surgiendo, a lo largo de los años, sus valiosos conjuntos de versos.

Algunos de ellos han sido vertidos a lenguas europeas. Se le admiró tanto su magia verbal, en la fascinación ante el escenario del trópico, como la relación estrecha que su lenguaje estableció entre aquel relampagueante espacio geográfico, el de su propia tierra, y lo entrañable de su ser. Esa singularidad, que con el tiempo fue concentrándose, se le reconoció desde sus poemas de juventud. En Bogotá, la clarividencia de su mente y la generosidad de su corazón le hicieron gozar de unánimes respeto y cariño.

Vicente y su esposa Consuelo compartieron en Bogotá el entusiasmo juvenil por las letras y las artes. Su apartamento, en la Plaza de Chapinero, fue sitio de frecuente, bulliciosa y alegre.

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